Ansioses de mi corazón, neuróticos de mi duodeno, angustiadites de mi yeyuno, claustrofóbiques de mi esternocleidomastoideo, desilusionades de humor vítreo, obsesivos de mi colon ascendente, compulsivos de mi escafoides, histériques de mi metacarpo, melancóliques de mi falangeta, sonámbules de mi tricúspide, hipo e hipercondríacos de mi glucagón, hipomaníaques de mi glosofaríngeo, esquizoides de mi pituitaria, miedosites de mi escápula: todes ustedos están en mí, en re, en sol y en sí. Son parte de mi música, de mi letra. Los inhalo y los exhalo cada vez que respiro. Los lato.
Es por eso mismo que siento la urgente necesidad de pensar, en una voz tan alta como el teclado me lo permita, qué es lo que nos está pasando, no solamente en nuestra singularidad colectiva, sino también en nuestra comunidad individual.
*¿Alguien me puede decir por qué un señor que llegó a presidente luego de haber perdido las elecciones (contra De la Rúa, ¡no cualquiera pierde contra De la Rúa!) encuentra espacio para hacer una gambeta golpista sin que se le caiga la cabeza de vergüenza?
*¿Alguien me puede decir por qué ese señor no fue conducido del canal directamente al nosocomio más cercano, al simple efecto de que se le realizara un hisopado psiquiátrico y, en caso de darle negativo, fuera inmediatamente conducido a la seccional policial más próxima, acusado de amenazas directas contra la democracia?
*¿Alguien me puede decir por qué algunas agresiones lisas y llanas son entendidas y promovidas como “opinión”; por qué algunas amenazas son consideradas “libertad de expresión” y por qué algunos privilegios son reclamados como “derechos”?
*¿Alguien me puede decir por qué hay espacio para todos los hechos que detallo en la pregunta anterior?
*¿Alguien me puede decir por qué la gente se intoxica con “cloro” o con “clorín”? ¿Hay tanto tanatismo (sí, con "t"), tantas ganas de autodestruir... a los demás?
*¿Alguien me puede decir por qué hay personas que, sin ser dueñas de ninguna compañía de teléfonos, celulares, cable o Internet, se molestan porque el Estado pretende congelar las tarifas por unos meses y, además, que ese servicio sea accesible para todo el mundo?
*¿Alguien me puede decir cuál era el objetivo de una marcha en la que coincidía “No queremos ir a Venezuela” con “Religión o muerte”, con “No sé de qué trata la reforma judicial, pero por las dudas estoy en contra”, con “Esto es una infectadura”, con “Hace tres meses que no la pongo”, con “Soy libertario rama Milei”, con “Alberto, dejame salir de mi casa" (dicho esto fuera de su casa)?
*¿Alguien me puede decir por qué es posible que algunos “periodistas” no entiendan la diferencia entre pandemia y populismo, y sus empleadores no los obliguen, como mínimo, a un curso de capacitación? (no pretendo que pierdan sus trabajos, sino que, al contrario, los pongan en valor)
*¿Alguien me puede decir por qué puede circular un discurso en el que el valor de la propiedad privada supere al de la vida? ¿No saben que los muertos no suelen irse de vacaciones ni comer en restaurantes caros ni tener autos lujosos?
No creo que ninguna de estas preguntas tenga, por separado, una respuesta certera. Pero quizás las tengan todas juntas. Quizás el Mal organizado (bien terrenal, nada del otro mundo) esté muy bien organizado; quizás su mayor triunfo sea que no creamos que esto es así y sigamos consumiendo sus productos y recetas como si fueran “naturales" o “de sentido común”. ¡Vaya uno a saber! (aunque ellos preferirían que vaya uno a ignorar).
Sugerimos acompañar esta nota con el tema La reforma judicial, de RS Positivo
(Rudy-Sanz), publicada en el canal de YouTube de los autores, al que el lector puede,
por supuesto, suscribirse.
Hasta la que viene.