El conflicto entre Lionel Messi y el Barcelona no tiene tregua. Poco queda ya de aquellas supuestas intenciones del entorno del jugador de encausar una salida pacífica con el club, o de la desesperada oferta del presidente Jospe Maria Bartomeu de poner a disposición su renuncia si es que el rosarino se queda a cumplir su año de contrato. Conforme pasan los días desde que el burofax se metió en el lenguaje cotidiano del fútbol mundial, la situación entre ambas partes no hace más que sumar drama.

La novela sumará este domingo un capítulo clave, ya que tanto Messi como todos sus compañeros están convocados para presentarse a primera hora en la Ciudad Deportiva del club y someterse a las pruebas médicas y los testeos de coronavirus, cita a la que el rosarino no asistirá, según informó la prensa catalana, que añadió que tal decisión fue comunicada a la institución a través de un nuevo burofax, del cual el club no acusó recibo.

El capitán de la Selección considera que su contrato ha finalizado y, como ya solicitó marcharse del club libre, no acudirá tampoco al arranque este lunes de los entrenamientos bajo las órdenes del nuevo DT, Ronald Koeman. De concretarse este movimiento, Messi deja bien claro cuál es su firme voluntad y volverá a tensionar la cuerda con la cúpula directiva de la entidad, con la que tiene que negociar una salida pacífica mientras resuenan los tambores de guerra.

Este cambio en la trama llega después de que Bartomeu dejara claro que no estaba dispuesto a negociar un traspaso por Messi, remitiéndose una vez más a su cláusula de rescisión de 700 millones de euros, si es que algún club pretendía hacerse con sus servicios. De momento, ni el delantero ni el presidente han hablado públicamente sobre el asunto, aunque se espera que el primero lo haga próximamente.

A la expectativa en torno a la reaparición pública de Messi, se suma la ansiedad por saber si el astro se reunió en las últimas horas con el que puede ser su futuro entrenador, el DT del Manchester City inglés, el catalán Josep Guardiola, a quien se lo vio este viernes por la noche -fotos incluidas en Instagram- en un restaurante de Barcelona.

Conflicto: día IV

Cuatro días después del primer burofax rupturista con el que provocó un terremoto en Barcelona, con repercusiones en todo el mundo, Messi parecía haber pasado a un estrategia más conciliadora en busca de que la directiva del club acceda a pactar su marcha tras dos décadas de una relación que no quiere acabar con una batalla legal. Pero no.

Por el momento, los directivos del Barça no acceden a otra cosa que no sea mantener el vínculo y remiten a su prácticamente impagable cláusula de 700 millones de euros para dejarlo marchar, dando de baja rápidamente el ofrecimiento desesperado de renuncia de Bartomeu si el rosarino continuaba su vínculo con el club.

Messi confía en en que terminara forzando a la cúpula del Barça a negociar su salida, aunque también podría irse con el "transfer" de la FIFA, si bien el club de destino se arriesgaría a un pleito legal multimillonario con el club catalán, del cual el argentino se marcharía de la peor manera posible.

Actualmente la brecha entre Messi y la directiva del club se mantiene intacta, y a poco más de un día de que comience la pretemporada, el flamante DT, el neerlandés Ronald Koeman, quiere reunirse personalmente con el histórico goleador del club para confirmar si su decisión es irreversible.

Domingo de novedades

Messi está convocado este domingo a partir de las 8 am (3 am de Argentina) en la Ciudad Deportiva del Barça, en Sant Joan Despí, para las pruebas médicas junto con el resto de los jugadores del plantel a los que Koeman comunicó que formarán parte de su proyecto, entre los que no están el uruguayo Luis Suárez, Ivan Rakitic, Arturo Vidal y Samuel Umtiti.

El lunes comienzan los entrenamientos, de ahí que todos necesitan reconducir la situación hacia un clima sin hostilidad. Es probable que es mismo día Bartomeu finalmente mantenga una reunión con Jorge Messi, padre y representante del capitán argentino.

Por su parte, Koeman, quien se supo este sábado que contará con Albert Roca -el preparador físico de la época de Rijkaard-, mantuvo otra reunión con el secretario técnico, Ramón Planes, para delinear el futuro del plantel, teniendo muy en cuenta la variable Messi, cuyo futuro parece estará cada vez más lejos del Camp Nou.


El neerlandés, quien lleva diez días en el cargo, volvió este sábado a Barcelona tras un viaje su país por temas médicos (un chequeo cardíaco) y se sumó a la ola de silencio en la que se mantiene el asunto. El entrenador salió con su barbijo puesto del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat y evitó el contacto con la prensa presente. Por el momento, lo único en lo que coinciden dirigentes, cuerpo técnico y jugadores en Barcelona, es en callar.

Los pretendientes

La opción del Manchester City de Guardiola se mantiene en primera posición aunque plantea dificultades por el "fair play" financiero de la UEFA -que establece el límite de 100 millones por encima de lo que se ingrese-, y la carga de la masa salarial de Messi (más de 50 millones).

También el París Saint-Germain, el Inter de Milán y la Juventus parecen interesados en entrar en la puja si finalmente Messi sale al mercado, de acuerdo con la prensa deportiva francesa e italiana.

El diario Le Parisien, con buenos contactos en las entrañas del PSG, informó que después de que hubo contactos con Jorge Messi, el padre del astro, también Neymar y Ángel Di María hablaron con Leo para convencerlo.

Además, L' Equipe afirma que la Juventus también está interesada y se contactó con Jorge Messi (está en Rosario pero su viaje a Europa es inminente), aunque de forma "discreta", al entender que ya negocia con el City.

La Juve sueña con juntar a los dos Balones de Oro, Cristiano Ronaldo y Messi, aunque solo sería posible si el argentino logra salir gratis del Barça. La supuesta intención del conjunto italiano de contratar al uruguayo Luis Suárez es otro de los argumentos que podría ayudar a que Messi se planteara recalar en la Serie A.