Emiliano Ivaldi es uno de los 7.143 santafesinos que se contagió de coronavirus. Al recuperarse, el joven de 29 años decidió donar plasma para ayudar a otros infectados de covid-19. Sin embargo, una vez que se acercó al hospital Eva Perón -en Granadero Baigorria- debió volver a su auto "llorando en silencio", según contó este viernes en sus redes sociales. El argumento "médico" con el que lo rechazaron, denunció el joven de 29 años, fue que su sangre podría "representar un riesgo" porque las prácticas sexuales de un homosexual "son muy diferentes".
Ivaldi es donante de sangre desde los 19. Este semana, a través de un video de Instagram, el joven relató un episodio de discriminación que lo tuvo como protagonista. Según contó, con el objetivo de ayudar a otros contagiados con covid-19, este viernes se acercó al sector de hemoterapia del hospital Eva Perón, y al llenar el formulario previo que se completa antes de cualquier donación se encontró con una pregunta estigmatizante que en nuestro país fue retirada desde hace ya 5 años: "¿Tuviste relaciones sexuales con un hombre en el último año?".
"El médico ya sabía que yo era homosexual, porque se lo había dicho. Le dije 'Sí, hace 4 años que estoy de novio, es pareja estable'. Cuando le terminé de decir eso, veo que deja la lapicera a un costado y hace este gesto (se agarra las manos), como cuando te empiezan a hablar, y yo ahí ya dije 'la voy a pasar mal a partir de ahora'", recordó Ivaldi.
El profesional, entonces, le dijo al joven que no iba a poder donar sangre. "Me empezó a explicar que en realidad no tenía que ver con una cuestión discriminatoria por ser homosexual sino que tenía que ver con una escala de riesgo que podría llegar a representar mi sangre por estar en pareja, porque las prácticas sexuales eran muy diferentes", contó.
En shock, Ivaldi dejó el sector de hemoterapia sin poder responderle nada y se fue del hospital “llorando en silencio”. Al llegar al auto, llamó a su mamá para buscar consuelo y luego se comunicó con la coordinadora de campañas de colecta de sangre de la zona para consultarle qué fundamento tenía el criterio discriminatorio que había esgrimido ese médico, a lo que la mujer le explicó lo que él ya sabía: que no podía rechazarlo por ser homosexual.
Ese formulario, recordó al llegar a su casa a través de un posteo de Instagram, "no existe más porque ya se modificó la ley de donación de sangre porque tenía un tilde discriminatorio tremendo, cargado de prejuicios, cargado de segregación", dijo sobre la modificación de la la Leu N°22.990.
“Diez años donando sangre hasta tres veces por año, y que hoy me tenga que encontrar con una situación que ya viví en 2011, realmente me destrozó”, reconoció el joven. "Encontrarte con este tipo de situación te pega anímicamente, te destroza y te hace replantear un montón de cosas más. Es una mezcla de angustia, frustración y enojo por ese rechazo que te generan haciendo especial hincapié en prácticas de orientación sexual”, remarcó.
“Es una práctica habitual que muchos otros chicos vienen sufriendo. No solamente por ser homosexual. Es un proceso de estigmatización que sufrís ante un hecho que en realidad tendría que ser hermoso. Es un acto de amor muy grande”, agregó.
Tras la publicación del video, personal del hospital y el director de la institución se contactaron con él para ofrecerle disculpas públicas y despegarse del criterio discriminatorio ejercido por este médico, del cual el joven no quiso dar mayor información. “Estoy totalmente agradecido con el resto del personal”, remarcó el joven.
A su vez, representantes del Centro Único de Donación, Ablación e Implante de Órganos (CUDAIO) lo llamaron para ofrecerle otro centro de hemoterapia al que se podrá acercar a donar plasma.
El pasado 10 de agosto, la subsecretaria nacional de Diversidad Alba Rueda, recordó durante el reporte epidemiológico matutino que “es inadmisible la elaboración de criterios de exclusión que se basen en los estereotipos y prejuicios que recaen sobre la comunidad LGBT+”.
Fue después de que la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) denunciara que una asociación de hemoterapia elaboró un formulario de “autoexclusión” para la donación de sangre que se basaba en supuestos “grupos de riesgo”.