Desde este lunes los locales de gastronomía de la Ciudad de Buenos Aires estarán habilitados para reanudar el servicio con mesas al aire libre. Los dueños de los comercios deberán adecuar las instalaciones a las normas de prevención definidas por el Gobierno de la Ciudad que establecen, entre otras cosas, el cierre al público de todos los salones internos y una distancia de un metro y medio entre cada mesa. En un principio, el permiso será para los locales que ya contaban con espacios al aire libre autorizados antes de la pandemia, mientras que el resto deberá tramitar una habilitación especial. Se calcula que, en esta primera etapa, serán cerca de 1800 los locales que reanudarán el servicio.
A los ya permitidos servicios de delivery y take away, con el inicio de una nueva fase de aislamiento se sumará la atención al aire libre en los comercios gastronómicos de Buenos Aires. Para que los clientes puedan permanecer en las mesas, los dueños de los establecimientos primero deberán validar una propuesta de reapertura en la sede comunal correspondiente al barrio en que se encuentra el local.
En la propuesta se detallará el modo en que las instalaciones serán adecuadas al protocolo elaborado por el Gobierno porteño, que establece que "no podrá haber servicio alguno en los salones internos y áreas de juego, y la distancia entre personas deberá ser de al menos un metro y medio" con el objetivo de "llevar al mínimo posible la convivencia simultánea en un mismo espacio físico". Además, el protocolo define que "cada mesa debe separarse por un metro y medio respecto de la otra, medidas desde sus límites".
En las mesas, que deberán ser sanitizadas luego de cada cambio de cliente, podrán sentarse un máximo de cuatro comensales. En aquellos establecimientos que cuenten con terraza o patio interno, sin acceso directo desde la calle, se deberá demarcar un pasillo libre de objetos que contemple ambos sentidos de circulación, en el que se requerirá "evitar la permanencia de personas".
Además, según indica el protocolo, tanto los clientes como el personal gastronómico deberán usar tapabocas y habrá un punto de higiene con alcohol en gel en cada uno de los espacios abiertos. Para los empleados, el comercio deberá garantizar la permanente "reposición de elementos de protección personal y kits de desinfección húmeda: agua, detergente y una solución de lavandina de uso comercial con agua". Los trabajadores no podrán usar el transporte público dado que está reservado para el personal esencial. El protocolo también recomienda "usar mamparas o pantallas en las cajas que aseguren la protección del vendedor y del cliente", así como "el uso de medios de pago electrónicos", para lo que "se deberá desinfectar tanto las tarjetas como el posnet utilizados con solución de agua y alcohol".
Según indicaron a este diario desde la Subsecretaría de Bienestar Ciudadano de la Ciudad, son aproximadamente 1800 los locales que estarán habilitados a partir de este lunes. Se trata de aquellos que ya contaban con mesas al aire libre desde antes del inicio de la cuarentena. Los comercios gastronómicos que a partir de ahora quieran utilizar mesas al aire libre deberán tramitar una habilitación a través de la web oficial del Gobierno de la Ciudad. Una vez solicitado el permiso se evaluará el espacio del que disponen para calcular la cantidad de mesas que podrán incorporar.
Desde el Gobierno porteño informaron también que, en algunos locales, se podrá incorporar un "plus de espacio", a partir del uso de "parte de la calzada, veredas de parques y plazas habilitadas", siempre que cuenten con ciertas normas de seguridad: "en las calles deberá haber vallas rellenas de agua, vallas anti arrebatos y macetas, entre otros elementos". También se estudia programar cortes de calles en días y horarios específicos con el objetivo de ampliar el espacio para mesas y sillas.