Tracción a sangre

Cientos de carreros de distintos barrios de la ciudad se concentraron anteayer frente a la Municipalidad para exigirle a la Intendenta que cumpla integralmente con la ordenanza vigente antes de eliminar la tracción a sangre, una medida que anunciaron para hoy. Llama la atención la insistencia de las autoridades de cumplir a la fuerza solo con esa cuestión.

Es increíble que tras 6 años de sancionada la Ordenanza 8.726, y habiendo incumplido buena parte de su articulado, en particular lo relativo a la garantía del derecho al trabajo, así como al desarrollo de la importante actividad de reciclado urbano que realizan los carreros, la Intendenta decida esta brutal ofensiva contra las posibilidades de subsistencia de cientos de familias de las más pobres de nuestra ciudad. Y más aún que lo haga en un contexto social y económico en el que cada vez más familias son arrojadas a la exclusión laboral, la desprotección y la indigencia.

Si Mónica Fein tiene la voluntad política de gestionar en favor de los más humildes, tiene a mano las posibilidades que la propia Ordenanza que dice querer aplicar le da para impulsar un ordenamiento del sistema de recuperación de residuos sólidos urbanos que reconozca el trabajo de cientos de recicladores y les garantice condiciones dignas y socialmente sustentables para su inclusión y desarrollo.

En este sentido va el proyecto de ley que presentamos junto a Carlos Del Frade en la Legislatura provincial y las propuestas que un grupo de concejales presentaron en el Concejo Municipal para no profundizar la terrible crisis social que vive este sector de la población.

Fernando Rey

Patria Grande