"El rol del sobreviviente tuvo un valor incalculable en el proceso de Memoria, Verdad y Justicia. El testimonio de ellas y ellos ayudó y aportó a la construcción de Justicia en los juicios por delitos de lesa humanidad. Las y los sobrevivientes nos brindaron parte de la vida de los militantes desaparecidos", señaló el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, al conmemorarse el día del Detenido Desaparecido. Sobrevivientes de ex centros clandestinos de detención (CCD) de todo el país destacaron a través de un acto por videollamada la importancia de que "las políticas de memoria, verdad y justicia se vinculen hoy con los barrios, los vecinos y la sociedad en general para construir la memoria colectiva".
“Queremos erradicar la violencia institucional de nuestra democracia. No podemos, entonces, hablar de ayer sin hablar de hoy", destacó Pietragalla apuntando a la vital importancia de recordar y entender el pasado para construir el futuro reafirmando “la voluntad política para cambiar esta realidad, que tiene que ver con los años de impunidad de las fuerzas”. La secretaría de Derechos Humanos conmemoró el día internacional del Detenido Desaparecido convocando a sobrevivientes de los centros clandestinos de detención donde la dictadura militar mantuvo en cautiverio, torturó, asesinó y desapareció a miles de argentinos.
"Queremos agradecer a los trabajadores y a los militantes por de la secretaría por el trabajo de estos meses y sobre todo por los últimos cuatro años. Si el neoliberalismo no avanzó más en este tiempo fue gracias a ellos", aseguró Norberto Berner, director nacional de Sitios de Memoria, apuntando a la falta de políticas de derechos humanos durante el macrismo y su avance en contra de uno de los pilares de la gestión kirchnerista. "Los espacios de memoria no nacieron por decisión de un gobierno. Son el producto de la lucha de los sobrevivientes, de los vecinos, de los militantes que mantuvieron el reclamo hasta que el Estado los hizo propios", indicó Berner reivindicando la perseverancia de los organismos de derechos humanos y la sociedad.
Osvaldo López, sobreviviente del centro clandestino de detención conocido como Cevallos, que funcionó frente a la central de policía territorio porteño, puso el acento en la necesidad de "reivindicar la lucha social y política de los compañeros desaparecidos. Para ello es fundamental el contacto con los jóvenes y profundizar la federalización de los sitios de memoria, porque la dictadura funcionó en todo el país, pero no hay sitios en cada una de las provincias". Luego Nora Strejilevich, que fue detenida desaparecida en CCD el Atlético, en la ciudad de Buenos Aires, apuntó contra "las políticas de olvido que del macrismo. A pesar de los acuerdos firmados, solo se efectuó un diez por ciento del trabajo en el sitio arqueológico del Atlético", y apuntó que "las políticas de desgaste y de olvido de parte del gobierno de la ciudad son inaceptables".
Margarita Cruz, sobreviviente de la CCD de Tucumán la Escuelita de Famailá, puso el acento en "el proceso colectivo de memoria del que participaron los vecinos y los sobrevivientes. La escuelita de Famaillá fue el primer centro clandestino de la Argentina, durante el Operativo Independencia", que encabezó Domingo Bussi en 1975. También participaron Jorge Braiza, sobreviviente del CCD Olimpo, en Floresta, ciudad de Buenos Aires, y Pablo Mancin, que sobrevivió al secuestro y desaparición en Mar del Plata en el CCD de El Faro. Ernesto Gayá, que fue secuestrado junto a su padre y otros familiares en Automotores Orletti, donde funcionó uno de CCD del Operativo Cóndor, el acuerdo entre dictaduras de sudamérica para eliminar militantes políticos destacó que "a pesar de todo, el amor vence al odio con el trabajo que se hace en los centros de memoria".