Ramiro Urristi, director de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (Anmac), recordó que cuando el organismo fue creada en octubre de 2015 --en reemplazo del Registro Nacional de Armas (Renar)-- fue para darle “la naturaleza de órgano descentralizado para potenciar su actuación, para que deje de ser un mero registro y sea un organismo del Estado con cierto poder para disminuir la violencia en la sociedad por el uso de armas”.
Sin embargo, en los cuatro años de macrismo “no se hizo casi nada, se prescindió de gente de carrera y ahora nos encontramos con un organismo que nunca fue agencia”. Dijo que ahora se encontraron “con el desafío, en tiempos de pandemia, de trabajar en un lugar donde el 90 por ciento de los trámites son presenciales y en papel, de manera que tenemos los papeles en la agencia y la gente en sus casas”.
Insistió en que es “un desafío de gestión importantísimo porque hoy estamos trabajando con el 15 por ciento de los recursos humanos” por las restricciones que imponen las medidas de prevención por la covid-19.
Urristi asumió a fines de abril y como primer paso están “cambiando varios aspectos, uno de ellos el de los exámenes psicofísicos” para habilitar a las personas para la tenencia legal de armas. Dijo que el Sistema Abierto y Federal (SiAF) es “para que todos los médicos y psicólogos puedan inscribirse, siempre y cuando no se produzca la situación anterior, cuando cualquiera era habilitado presentando un papelito”.
La incorporación de médicos y psicólogos al sistema se va a realizar “mediante el cotejo de la matrícula profesional y la aceptación de las pautas mínimas que tienen que cumplir para las habilitaciones” de los usuarios de armas.
Precisó que “en la primera semana ya llegamos a 1000 profesionales inscriptos, pero igual vamos a seguir trabajando en la difusión entre los legítimos usuarios, porque muchos se han retirado del registro porque se lo habían hecho muy engorroso y costoso”.
Consultado sobre el SiAF, Adrián Marcenac le dijo a este diario que todavía “no tenemos conocimiento de los protocolos que deben seguir los psicólogos y los psiquiatras, de manera que no tenemos conocimiento como para dar nuestra opinión”.
Urristi señaló, por otra parte, que otro de los objetivos es que “los usuarios de armas de fuego puedan hacer los trámites en un plazo razonable, porque se estaban dando turnos con mucho tiempo de espera”.
La nueva conducción en la Anmac tiene en vista “digitalizar la información porque eso es darle transparencia a la gestión y se logra creando una agencia moderna y en eso estamos trabajando”.
Urristi habló en la séptima reunión del Grupo de Trabajo sobre Armas de Fuego, que se hizo en julio en forma virtual. Fue en el marco de la Conferencia de las Partes en la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional.
El director de la Anmac dijo allí que la modernización es “una poderosa herramienta para la prevención del desvío de armas al mercado ilícito”. Por eso “la regularización de todas las armas de dotación de las fuerzas armadas y de seguridad, y digitalización de los procedimientos de la Agencia” son temas centrales. Hizo hincapié en “las lagunas legislativas” en el país y en “la voluntad de perfeccionar el ordenamiento jurídico con el fin de cumplir con los estándares internacionales” asumidos ante la Convención Interamericana contra la Fabricación y el Tráfico Ilícitos de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y Otros Materiales Relacionados.
En ese sentido, se ha elaborado un proyecto de ley para la tipificación del delito de tráfico ilegal de armas de fuego y materiales relacionados. El objetivo es “dar un tratamiento judicial adecuado a aquellos hechos que se identifican con el tráfico ilegal de armas, que hoy solo están alcanzados por el Código Aduanero bajo la figura del contrabando agravado”.