En su última vista a Rosario como fiscal general del Ministerio Público de la Acusación, Julio De Olazábal volvió a reclamar recursos humanos. "Se necesita muchísimo más: un fiscal no puede trabajar en soledad, sino con equipos. Necesitamos personal", dijo. Y a modo de balance, aclaró: "No esperen de mí que diga que me voy contento, porque mientras haya una víctima reclamando justicia, será una insatisfacción permanente". El funcionario se retira del Poder Judicial para dedicarse a la docencia.

Antes de llegar a la Fiscalía Regional, De Olazábal estuvo reunido con la intendenta Mónica Fein, en la Municipalidad, acompañado por el fiscal regional, Jorge Baclini, cuyo pliego fue seleccionado por el gobernador Miguel Lifschitz para suceder a De Olazábal en la provincia.

"En este nuevo MPA se fijaron políticas de persecución, y eso es muy positivo. En estos tres años de efectivo funcionamiento del nuevo sistema, y seis de mi gestión (que empezó desde la previa a la puesta en marcha de la reforma penal) se trabajó para instalar ese nuevo sistema en la provincia. Falta mejorar y hay muchas cosas que no se pudieron hacer por falta de recursos. La ventaja es que se cumplió con el ideal de que todas las personas sean tratadas con la misma ley, pero eso provocó que no tuviéramos todos los recursos disponibles", resumió.

También se reunió con el presidente de la Corte, Daniel Erbetta, y con el ministro Eduardo Falistocco, en Tribunales.