“Ahora la Argentina puede pensar en su futuro y en cómo construirse”. Así lo dijo el presidente Alberto Fernández al anunciar este lunes el resultado del canje con los acreedores internacionales. La aceptación de los bonistas fue del 93,5 por ciento y a partir de la activación de las cláusulas de acción colectiva se consiguió reestructurar el 99 por ciento de la deuda. El alivio de pagos para los próximos cinco años suma 42.500 millones de dólares.
“Hoy tenemos la tranquilidad de no haber traicionada la confianza de los argentinos. Hicimos las cosas como pensábamos hacerlas. Esta vez la deuda no la van a pagar los que menos tienen, los que peor están, los que más lo necesitan”, dijo el presidente.
“Nos decían que había que arreglar rápido a cualquier precio o sino todo iba a ser peor. Nos decían que si no arreglábamos la Argentina iba a caer en default. Pero el país ya había ingresado hace tiempo en un default virtual”, agregó.
El Presidente precisó algunos datos duros. “Sepan que en 2030 la Argentina deberá 38 mil millones de dólares menos que lo que debía en diciembre del año pasado. Nada de esto fue fácil. Pero lo hicimos. Los argentinos sabemos levantarnos cuando nos caemos. En diciembre sentíamos que estábamos caídos. Ahora estamos otra vez de pie y en marcha”.
La negociación con los bonistas internacionales comenzó en diciembre y se cerró luego de nueve meses. El Gobierno hizo un acuerdo que le permitió al país bajar del 7,00 al 3,07 por ciento la tasa de interés de los bonos y despejar los pagos de deuda en los próximos años.
Nunca más a la deuda
“Empecemos a construir una Argentina que sea sostenible. Ser sostenible no es solamente que podamos pagar las deudas que asumimos. Un país es sostenible cuando todos tienen posibilidad de crecer en el lugar en el que nacen. En ese momento seremos un país sostenible”, dijo Alberto Fernández en el evento realizado en el Museo del Bicentenario.
Agregó que “nos queda mucho para llegar a eso. Pero hace falta asumir la responsabilidad de no volver a entrar nunca más al laberinto de la deuda”. El Presidente criticó las condicionalidades que genera el endeudamiento irresponsable para una economía.
“Cuando tenemos deuda significa que tenemos menos dinero para financiar la investigación. Para educar a nuestros hijos. Para nuestros maestros. Para los hospitales que atienden a la gente. Que un país se endeude implica que el Ministerio de Salud se cierra, que se cierran las Pymes, que cae el empleo registrado”, aseguró el mandatario.
Fernández indicó que la Argentina perdió su rumbo como consecuencia del endeudamiento. “Entre mayo de 2018 y diciembre de 2019 soportamos 3 grandes devaluaciones y tuvimos la inflación más alta en 30 años. Pido que grabemos en la memoria aquello que nos duele. Para que nunca más nos vuelva a doler”, propuso Alberto Fernández.
Reestructuración y pandemia
La crisis sanitaria global generó nuevas exigencias al país mientras se negociaba el canje con los bonistas extranjeros. “La historia quiso que esta reestructuración se lleve adelante en medio de una pandemia que asola al mundo”, aseguró el presidente.
“Tuvimos más exigencias. Auxiliamos a 9 millones de personas con el IFE. Sostuvimos a las empresas pagando más de 2,5 millones de salarios con el ATP. Todo esto lo hicimos mientras multiplicamos por dos el sistema sanitario”, remarcó.
“Cuento esto para mostrar el esfuerzo enorme que está haciendo este país. Y mostrar lo que la Argentina es capaz de hacer en medio de tanta crisis. Estamos en pandemia. Saliendo del default. Poniendo a la ciencia y la tecnología en el lugar que corresponde”. Alberto Fernández destacó en ese sentido el lanzamiento reciente del satélite argentino.
Referentes globales
En el anuncio de los resultados de la reestructuración el Presidente aprovechó para agradecer a distintos referentes globales que ayudaron a lo largo de las negociaciones.
“Le quiero dar las gracias al Papa Francisco. Quiero darle las gracias a Andrés Manuel López Obrador. Al primer ministro de Italia. Al presidente de España. De Francia. A la canciller Merkel de Alemania. Todos ellos estuvieron a nuestro lado cuando los necesitamos”.
También mostró sus agradecimientos a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, a los gobernadores, al Congreso. Antes de su discurso dejó presentar los números del canje al Ministro de Economía, Martín Guzmán, en quién entregó la plena confianza para avanzar en las negociaciones con los bonistas internacionales.
Reconstruir
Alberto Fernández aseguró que a partir de la negociación puede pensarse en otra Argentina. Mencionó que a mediados de septiembre se conocerá la Ley de Presupuesto en donde quedarán plasmados los objetivos fiscales, externos, cambiarios y monetarios del Gobierno.
“Tranquilizar a la Argentina toda es poder ir viendo nuestro horizonte de proyección. Mostrar qué destino queremos alcanzar como país. En lo inmediato nuestro objetivo es la producción y trabajo. Son las ideas que tenemos en la cabeza. Inversión. Más producción. Más trabajo”.
Planteó además que “tenemos que pensar en un país que termine con las desigualdades. Tenemos un país profundamente desigual. Debe haber un cambio estructural”.
Fondo Monetario
“Hoy despejamos un obstáculo que nos impedía pensar en esto. En breve espero que despejemos la deuda con el Fondo Monetario Internacional. El sábado hablamos con la directora del FMI”, detalló el mandatario.
Dijo que le recordó a la directora del Fondo la forma en que lo habían hecho con Néstor Kirchner. “Vamos a cumplir con ustedes. Pero deje que lo hagamos a nuestro modo. Nosotros no le vamos a pedir a nuestra gente más sacrificio. No está en condiciones. Necesitamos crecer. Exportar. Acumular reservas. Y luego pagar”, le aseguró.
Mencionó que entre los desafíos principales de la Argentina se encuentra recuperar el mercado interno. Planteó que uno de los objetivos será desarrollar la infraestructura pública y la vivienda. Se trata de los motores que moverán la economía en lo inmediato. “Vamos a promover las inversiones. Pero pidiéndole que lo hagan para producir. Generar trabajo. Quedarse en el país. No para aprovechar una oportunidad financiera”, cerró el Presidente.