A poco más de dos semanas del regreso para la Copa Libertadores, Boca se vio obligado a paralizar todas sus actividades tras registrar un brote de coronavirus en la denominada "burbuja sanitaria" en la que se encontraba trabajando el plantel, por lo que todos los jugadores fueron aislados y las prácticas del equipo quedaron suspendidas por 72 horas, de acuerdo a lo que informó el club. Si bien el comunicado oficial no precisa el número de contagiados; con el correr de las horas, diversos miembros del club fueron develando el misterio, llegando a la conclusión de que hay 19 infectados y 14 de ellos son futbolistas.

"Durante la noche del viernes 28 de agosto se detectaron síntomas compatibles con covid-19, por lo que el día siguiente se realizaron tests de hisopado rápido, que a algunos integrantes del plantel les dio resultado positivo, por lo que el domingo 30 se repitieron los tests PCR a todos los integrantes de la delegación, arrojando la aparición de un brote de contagio", informó Boca a través de su departamento de prensa.


En ese sentido, el club decidió que cada integrante del plantel quedará encerrado en su habitación durante los próximos tres días, para luego se sometido a un nuevo test. A pesar del foco de contagios, la comunicación oficial asegura que ninguno de los involucrados tiene complicaciones graves, aunque algunos futbolistas tuvieron síntomas leves. Como consecuencia, los entrenamientos de cara a la Libertadores quedaron suspendidos, a la espera de la evolución de la situación.

Una de las primeras medidas de la institución mientras se aclaraba el panorama fue la de enviar a su casa al entrenador Miguel Angel Russo, por tratarse de una persona de riesgo. El DT de 64 años la tendrá difícil de cara al choque del 17 de septiembre ante Libertad, en Paraguay. Conforme al protocolo establecido por la Conmebol, los jugadores contagiados "no podrán acudir a entrenamientos y deberán cumplir estrictamente el periodo de aislamiento establecido por cada país". Es decir, 14 días, por lo que no llegarían en condiciones óptimas a la cita en Asunción.

De acuerdo a lo que se pudo reconstruir durante la jornada, entre los contagiados estarían nada menos que los cuatro arqueros del primer equipo, Esteban Andrada, Agustín Rossi, Javier García y Manuel Roffo. "Todos los positivos son asintomáticos. Los arqueros son casos sospechosos, pero queremos hacer otros estudios para confirmar", anticipó el médico del club, Rubén Argemi, en diálogo con Fox Sports Radio.

"No tenemos confirmados, tenemos casos sospechosos. A las 30 horas del último testeo, apareció el primer caso. Realmente es un tiempo extremadamente corto entre un hisopado negativo y la aparición de síntomas. Por eso, si bien en Boca no se puede ocultar nada y nos hacemos cargo, queremos ser cautos", agregó Argemi en forma de aclaración.

Russo dejó la burbuja y se fue a su casa por sus antecedentes oncológicos. (Prensa Boca)


El plantel de Boca cumplía desde el lunes pasado con una concentración en el Howard Johnson y prácticas en doble turno en el Centro de Entrenamiento del club en Ezeiza. De esa rutina participaban 33  jugadores, con excepción de los tres que habían presentado la enfermedad previamente: los mediocampistas Agustín Almendra e Iván Marcone y el juvenil arquero Agustín Lastra.

La "burbuja" sanitaria estaba prevista hasta el sábado próximo, día en el que Boca tiene agendado un amistoso con Tigre a puertas cerradas en La Bombonera con vistas a su vuelta en la Libertadores ante Libertad de Paraguay, como visitante, el jueves 17 de septiembre.