La nieve en la Puna de Salta se sintió por primera vez en el año, cuando ya acaba el invierno. Durante la semana pasada se registraron fuertes vientos e intensas nevadas en distintos parajes de la zona, lo que provocó el cierre momentáneo de distintos accesos a las localidades. Desde Vialidad Nacional informaron que continúan despejando los caminos con maquinarias. Para hoy se pronosticó otra nevada.
El jefe del V Distrito Salta de la Dirección Nacional de Vialidad, Francisco Agolio, informó a Salta/12 que desde la semana pasada hubo nevadas en la Puna, con temperaturas inferiores a los 5 grados bajo cero. Esto provocó que se enviaran grandes maquinarias del organismo nacional, de Vialidad provincial y de las empresas mineras para trabajar en simultáneo en las rutas nacionales, entre las que se encuentran la 40 y la 51, en procura de habilitarlas para el tránsito.
Los poblados más afectados fueron Tolar Grande y Olacapato, ambas del departamento Los Andes, y el salar del Hombre Muerto, en el sur de la Puna de Atacama, sobre el límite de la provincia de Catamarca con Salta. Todos comparten con el norte chileno un clima árido caracterizado por tener fuertes vientos, sol durante el día e intenso frío por la noche.
Agolio indicó que aún continúa el mal clima y que por eso se encuentran trabajando con mayor intensidad y a más de 4.500 metros sobre el nivel del mar, en el camino que une a Olacapato y Alto Tocomar. En ese trayecto están los accesos a la pequeña localidad de Olacapato, donde sólo se encuentran casas de adobe, una capilla y una escuela.
Sin embargo, el funcionario dijo que se ocasionaron mayores problemas la semana pasada en el conocido Puente Azul, ubicado en el kilómetro 200 entre San Antonio de los Cobres y Olacapato. En ese lugar se obstruyó el paso del puente por la arena que se acumuló, que bajó de las montañas a causa del derretimiento de la nieve. “Se está trabajando con muchísima precaución”, dijo Agolio. Agregó que en el lugar el paso de los camiones cuenta con una contínua supervisación de los operarios.
En la ruta provincial 27, entre Salar de Pocitos y Tolar Grande, hubo acumulación de nieve. De igual forma, en la ruta provincial 129, a 15 kilómetros de Salar del Hombre Muerto.
Las fuertes nevadas se produjeron entre el miércoles y el viernes últimos. Los cierres intermitentes de los pasos continúan hasta hoy y es de prever que continúen en la semana de acuerdo al devenir del clima. Agolio aclaró que los cierres son “por algunas horas". Por el lugar hay sobretodo "tránsito pesado”., de empresas mineras que tienen actividas ahí.
Aunque está provocando estos inconvenientes, estas nevadas no llegaron a ocasionar el aislamiento de campamentos mineros o pequeños poblados. Esto sí ocurrió en 2011 cuando los habitantes de Tolar Grande y Santa Rosa de los Pastos Grandes permanecieron por varios días incomunicadas debido a que la nieve cortó el ingreso por las rutas provinciales 27 y 129.
La esperaban en julio
El intendente de Tolar Grande, Sergio Villanueva, manifestó que se esperaba la nevada a principios de julio. “Fue la primera nevada del año y ya pensábamos que no iba a llegar”, contó. Aseguró que la caída de agua nieve “no fue en gran cantidad”, pero sí alcanzó a tapar los caminos, por lo que todas las líneas de acción estuvieron abocadas al despeje de las vías de comunicación.
“Un solo día no hubo pasada, pero se despejó”, y los los parajes de la zona “están bien”, informó. Según Agolio, se acumularon más de 60 centímetros de nieve en algunos sectores.
El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó que para hoy volvería a caer nieve en esta zona de la Puna. Villanueva concordó con ese pronóstico, con sus propios métodos para leer el clima: "Si hay viento, la nieve no llega y hoy no hay, así que parece que quiere volver la nieve. Hoy hubo sol y eso indica que nos estamos preparando para recibir la segunda nevada”, aseguró.
El intendente no vió con malos ojos la llegada de esta segunda tanda de agua nieve porque “siempre hace falta el agua” para el pastoreo y la producción agrícola. En esa línea dijo que las nevadas “son habituales” en esa zona, "a veces son más intensas y hay otras nevadas que nos llegan a aislar tres días”, recordó.
En tanto, el miembro de la Cámara Minera de Salta, Facundo Huidobro, concordó con Villanueva, dijo que “normalmente se esperan durante los inviernos puneños fuertes nevadas, pero este año llegaron un poco tardías y muy intensas”.
En el caso de la actividad minera, que está desplegada en la Puna, las últimas nevadas afectaron la normal operación de las acciones en los distintos campamentos. Se suma, la dificultad en la circulación de los vehículos, camiones y transporte de operarios en diferentes puntos.
“De todas formas existió una fuerte diferencia con otros años, este año hubo una rápida respuesta por parte de las máquinas de las empresas mineras que despejaron rápidamente estas acumulaciones de nieve”, relató.
Desde la Cámara informaron que las comunicaciones de internet también se vieron interrumpidas puesto que “varias torres de prestadores de servicios privados de internet fueron derribadas por los fuertes vientos afectando la comunicación de los campamentos mineros y pueblos como Tolar Grande”.
Para esos días, el Servicio Meteorológico Nacional ya anunciaba vientos del noroeste con velocidades de entre los 70 y 90 kilómetros por hora y ráfagas superiores a más 100 kilómetros por hora.
Por razones de seguridad, las operaciones al aire libre que tienen los campamentos mineros “suelen suspenderse” cuando los vientos alcanzan una determinada velocidad, temperatura muy baja o dificultades de visibilidad. “Para las operaciones mineras la seguridad de las personas es la principal regla. Durante esos períodos solo se efectúan tareas en lugares cerrados”, indicó el representante de la Cámara.
Agregó que la geografía de la Puna requiere de “grandes inversiones” para las mejoras en los caminos.
En julio último se iniciaron las obras de pavimentación de la ruta nacional 51, cuyos primeros 18 kilómetros unirán San Antonio de los Cobres con Mina La Poma. Las siguientes etapas serán desde esta Mina hasta Alto Chorrillo y desde allí a Campo Amarillo, lo que completará 54 kilómetros de extensión. De esta manera se potenciará el Paso de Sico como una salida apta para que la producción salteña pueda exportarse a través del Pacífico vía Chile y también contribuirá al intercambio turístico.