El geólogo e ingeniero en petróleo Roberto Hernándepuso en duda el anuncio de la empresa del Estado que administra los recursos mineros e hidrocarburíferos de la provincia, REMSa SA, de avanzar en la reapertura de 181 pozos hidrocarburíferos que se encuentran cerrados en la Cuenca del Noroeste.
La sociedad anónima con recursos estatales mayoritarios, a cargo del ex concejal Alberto Castillo, informó que desde la Provincia se está estudiando la factibilidad para reabrir algunos pozos cerrados y que “podrían producir entre 20 y 30 metros cúbicos de petróleo por día”.
Según su titular, la Cuenca del Noroeste, conformada por Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero y Formosa, es una de las cinco más importantes del país, y más del 80% de los pozos hidrocarburíferos que la constituyen están en Salta.
Castillo detalló que REMSa está gestionando las licencias en la Secretaría de Energía de la Nación para adquirir competencia en el área de hidrocarburos como ente operador y comercializador de pozos y poder avanzar en esa zona, que comprende los yacimientos Campo Durán, Icuá, Lomitas, Madrejones, Tranquitas, Río Pescado y Vespucio. “Son las 7 áreas con potencial que están siendo estudiadas por el equipo técnico para medir su viabilidad y rentabilidad”, sostuvo.
Sin embargo, para Roberto Hernández, titular de Geomap, una firma de geociencia que se dedica a hacer estudios e investigación para la industria del petróleo desde 2001, “desde el punto de vista técnico, lo que expuso la Provincia no es serio”. El geólogo especializado en petróleo aseguró que se emplearon palabras confusas, “ya que no hay pozos productivos, hubo en algún momento, pero dejaron de ser activos por diferentes condiciones técnicas que los hicieron no rentables”.
Aunque sí reconoció que desde el punto de vista estratégico, “como política provincial, habría que preguntar qué pretenden con declaraciones de este tipo”, ya que para él hay algunas acciones que se pueden realizar “pero no se puede confundir la esperanza política con la realidad”.
Hernández añadió que se evidencia la falta de comunicación con YPF, a pesar de tener un director salteño dentro de su directorio (por Javier David), porque desde la Provincia está claro que “no conocen las últimas estrategias reportadas por su CEO, Sergio Afronti, que hizo cambios recientes en la exploración y desarrollo (upstream), pero por la pandemia y la crisis del precio del petróleo aún no pudo poner en marcha”.
A su vez, añadió que para que se entienda la importancia de las cuencas con hidrocarburos convencionales, en 2013 se inició un plan estratégico público privado desarrollado desde 2014 y finalmente instalado en la provincia, como la empresa La.Te. Andes SA.
La firma mixta, conformada por el geocientista de la industria del petróleo y científicos del Conicet dirigiendo los proyectos desde Salta para el país y la región, contó con una inversión tecnológica y científica de varios millones de dólares y basa sus estudios en “poder resolver una de las condiciones básicas de la falta de conocimiento en las cuencas, como es saber el momento de generación del petróleo y el momento de la acumulación económica” del producto.
Ubicada en la localidad de Vaqueros, es uno de los pocos centros de ese tipo en toda Sudamérica, y para Hernández es por donde debería REMSa comenzar a consultar “para estudiar, conocer, saber y actualizarse de las posibilidades de Salta".
Según el especialista, que desde las autoridades provinciales no los hayan consultado, da al menos un indicio del “desconocimiento total que tienen de la realidad y de lo que sucede, inclusive alrededor de ellos mismos”.
Con el ingreso del nuevo CEO de la petrolera estatal, Sergio Afronti, “en este caos doble que es el precio del barril a 20 dólares y la pandemia, que generó la caída del consumo”, se transmitió la intención de apoyar inversiones tecnológicas en el desarrollo convencional y no convencional con empresas locales, como La.Te. Andes, YTEC (la empresa de investigación y desarrollo de YPF junto al Conicet) y las pymes "que tanto esfuerzo hacen en todo el país para el crecimiento de la la industria".
Hernández explicó que al parecer el objetivo del Estado provincial, “desmenuzando el informe confuso que emitieron y con palabras poco claras”, es a la recuperación terciaria denominada EOR, “la intervención de antiguos pozos para ver cómo se saca el petróleo remanente por medio de tecnología actual no existente hace 30 años y las ideas exploratorias que pudieran surgir de los datos publicados en las reuniones de especialistas sumado a los nuevos modelos posibles, tanto de la cuenca cretácica como la devónica del NOA”.
Lamentablemente, señaló, mencionan una sola cuenca, la devónica “que es productora de gas y va más o menos desde Orán para el norte”, pero no la cretácica. Y detalló que sobre esa zona, “ya hay muchas ideas que se han desarrollado en estos 30 años”, pero que no se pudieron poner a prueba “porque no es financieramente una cuenca atractiva con el antiguo conocimiento”. Por lo que se necesitaría la intervención del Estado y puntualmente, de YPF como base federal del desarrollo nacional.
“La sociedad entre YPF y REMSa podría ser positiva, pero se debe tratar en su directorio para abogar que una parte de las inversiones retornen al Noroeste Argentino para estudiar estas ideas, de manera progresiva y paulatina, generando un frente coordinado entre las provincias del NOA”, sostuvo el especialista.
Subrayó que las primeras inversiones “son muy económicas y graduales”, se invierte para desarrollar el nuevo conocimiento, “hasta que se perfora o se interviene un pozo como la inversión máxima en un desarrollo o exploración”.
"Todo incremento de conocimiento demanda un tiempo, y no se hace comunicando o afirmando algo que no se sabe”, afirmó. “Para incrementar el conocimiento se creó este centro salteño (La.Te. Andes)", que fue construido por el Ministerio de Ciencia y Técnica de la Nación, el Conicet y Geomap con el apoyo de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), las universidades de Buenos Aires, Córdoba, La Plata, y la dede Heidelberg en Alemania. Esto se hizo "justamente para avanzar en estas investigaciones y crecer en el conocimiento, reactivar las cuencas convencionales que están estancadas en el país por falta de inversión en en exploración y desarrollo convencional”, manifestó.
Por último, sostuvo que el NOA tiene “una gran posibilidad de crecimiento”, pero señaló que REMSa no tiene las condiciones técnicas para que se pueda reactivar la producción, “no es una empresa que tenga experiencia en actividad petrolera”, aunque destacó su factibilidad política para negociar con YPF y que se invierta en la zona.
Vaca Muerta
El titular de Geomap llegó a la provincia en 1982 para trabajar en YPF, y al retirarse la empresa estatal en 1992 decidió quedarse y abrir su propio emprendimiento de upstream (exploración y desarrollo en la industria). Con más de 35 años de experiencia en el sector, detalló cómo la gestión de Mauricio Macri desmembró todos los emprendimientos y “fue todo Vaca Muerta”.
“Desinvirtió a todo el país y se echó o trasladó a un montón de gente en la gestión de Miguel Ángel Gutiérrez, unos 60 especialistas, como informaron en el 2019 diferentes medios, con lo que se desmanteló la exploración convencional”, resaltó.
Hernández explicó que las exploraciones de hidrocarburos como el de Vaca Muerta, tuvieron que ser subvencionadas por el Estado para que fueran rentables, “y cuando bajaron los subsidios en la gestión anterior, las empresas inversoras protestaron porque no les era rentable la producción”.
Aclaró que Vaca Muerta “no es un mal proyecto” y que tendrá áreas de muy buena producción, pero otras que podrían llevar a las empresas a la quiebra, porque no todo Vaca Muerta tiene buenas condiciones de producción”.
Esa política de la gestión de Cambiemos generó la desinversión y la pérdida de actualización tecnológica “a todo el resto de las cuencas hidrocarburíferas del país en forma convencional”, que representan el mayor porcentaje de la producción nacional actual y “alimentó” históricamente al país de energía, "desde Mosconi hasta la actualidad", sostuvo el especialista.
Pero en el NOA, esa desinversión llegó aún antes, en 1992, cuando Yacimientos Petrolíferos Fiscales decidió retirarse de la zona, “desde que se fue YPF se invirtió más en producción que en exploración, porque había situaciones más beneficiosas en otros lugares del país y decidieron avanzar en una ecuación meramente económica directa y no de desarrollo regional donde el Estado fuera un fuerte actor”.
Desde ese momento, solo surgieron “pequeñas esperanzas de inversiones” a través del intento de desarrollo de Valle Morado, Los Blancos, “o el intento de recuperación del último pozo en el que intervino Tecpetrol en la sierra de Aguaragüe, pero son pequeñas ideas que generaron expectativas que hay que desarrollar con mayor tecnología y conocimiento, en los que aún no se avanzó al respecto".
Debido a esos fracasos en la incorporación de reservas de petróleo, el ingeniero destacó la iniciativa tomada en 2013 por el entonces titular del Conicet, el actual ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Roberto Salvarezza, "como columna estratégica del desarrollo científico aplicado a la productividad, apoyar la generación de energía en todos los frentes posibles a su alcance" y que dio nacimiento a emprendimientos como La. Te. Andes.