El Gobierno logró un canje exitoso de la deuda externa. Sin embargo, detrás de la Nación, casi la mitad de las provincias buscan reestructurar sus pasivos. El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró que es “muy importante” que resuelvan esta situación. “Cada provincia que tiene un problema de endeudamiento en dólares le genera un problema al resto de la economía, porque hay una sola caja de dólares, que es la diferencia entre lo que el país exporta e importa”, explicó durante el discurso en el Museo del Bicentenario.
El stock de deuda externa provincial asciende a 12.523 millones de dólares, por lo que el 87 por ciento del stock total se encuentra en moneda extranjera, según un informe de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE). La mayor parte de los bonos a reestructurar fueron emitidos entre 2016 y 2018. Para Nadia Schuffer, miembro de FIDE, el endeudamiento pasó por alto el “riesgo implícito de descalce cambiario”, que fue justamente lo que ocurrió. “La devaluación produjo un enorme deterioro en la relación pagos financieros versus ingresos fiscales”, agregó.
Guzmán les solicitó a las provincias respetar los “lineamientos de sostenibilidad” que estableció el gobierno nacional. Y puso como ejemplo a la provincia de Buenos Aires, que planteó una estrategia similar a Nación, con extensión de plazos, quita de capital, pero mayor recorte en intereses. El 11 de septiembre es una fecha clave, dado que se cumple el plazo para que los acreedores ingresen al canje, luego de seis prórrogas.
La provincia busca reestructurar pasivos por 7.148 millones de dólares. El gobernador Axel Kicillof describió la deuda como “impagable”. Sólo este año la provincia tiene vencimientos por 220 mil millones de pesos, algunos de los cuales dejó de pagar, por lo que se encuentra en una situación de virtual default, hasta terminar de acordar. Según pudo saber este diario, por ahora mantiene la misma oferta que presentó en abril. El distrito, que representa el 52 por ciento del valor agregado del país, marcará el camino para el resto de los sub-soberanos.
El 11 de septiembre también es una fecha clave para Mendoza, dado que ese día también vence el plazo para sus acreedores para adherir. Mendoza tuvo una estrategia similar: busca lograr una quita al reestructurar 590 millones de dólares, y suspendió pagos de intereses. La diferencia es que mejoró su propuesta desde el lanzamiento y según el gobierno provincial, ya adhirieron el 66 por ciento de los bonistas, por lo que resta otro 9 por ciento para que se activen las cláusulas de acción colectiva.
Otras provincias aprovecharon el anuncio de Nación con tres grandes comités de acreedores, al que llegó a principios de agosto, para anunciar sus reestructuraciones. Fue el caso de Neuquén, que busca reestructurar 900 millones de dólares. Cuando el Gobierno anunció el acuerdo, el gobernador neuquino, Omar Gutiérrez, aseguró que tendría como efecto “despejar el horizonte para las provincias”. El plazo de adhesión venció el viernes pasado y fue postergado hasta el 18 de septiembre.
En la misma línea actuaron Córdoba y Chubut, que anunciaron sus reestructuraciones los primeros días de agosto, con diferencias en sus estrategias: no buscarán una quita, sino reperfilar los vencimientos. Córdoba reestructura 1700 millones de dólares y Chubut, 900 millones de dólares. El ministro de economía chubutense, Oscar Antonena, afirmó que la negociación provincial será más fácil porque “coinciden mucho” los tenedores de bonos. Sin embargo, analistas consideran que Chubut tiene como desventaja que puso como garantía las regalías hidrocarburíferas, que se debitan automáticamente, por lo que no puede caer en default.
También el ministro de economía de Entre Ríos, Hugo Ballay, consideró tras el canje de Nación que la negociación de la provincia será “más sencilla” debido a que los títulos emitidos en moneda extranjera rondan los 500 millones de dólares y buscará diferir el plazo por 10 años. Por su parte, Tierra del Fuego tiene una estrategia completamente distinta. Busca que algún inversor externo recompre la deuda de los 200 millones de dólares, “con nuevas condiciones”. El 30 de julio, Chaco inició el procedimiento para canjear 250 millones de dólares.
En tanto, otras provincias anunciaron que comenzarán las conversaciones para reestructurar, pero aún no cuentan con una oferta formal. Río Negro (300 millones de dólares a reestructurar) dejó de pagar en junio. En la misma línea, La Rioja (200 millones de dólares) se encuentra en el período de gracia tras haber dejado de pagar el bono verde. Si bien todavía no confirmó la cesación del pagos, el gobierno provincial manifestó que tiene “desafíos económicos sin precedentes”. Salta, que busca reestructurar 388 millones de dólares, a principios de agosto pagó intereses para evitar el default, una estrategia similar a la de Córdoba. En tanto, la legislatura de Jujuy aprobó la reestructuración de deuda pública por 210 millones de dólares, pero aún analiza la estrategia.