El abogado David Leiva dejó de ser el asesor jurídico de la Municipalidad de San Ramón de la Nueva Orán desde este martes, luego de que pusiera su renuncia a disposición del intendente Pablo González, que finalmente se la aceptó.
Leiva denunció el lunes último ante la Fiscalía Federal al obispo de Orán, Luis Scozzina, y a las autoridades de Gendarmería Nacional y la Policía de la provincia en aquella ciudad, por los delitos enmarcados en los artículos 202 y 205 del Código Penal, esto es propagar la enfermedad e incumplir las normativas sanitarias vigentes, en este caso en particular a raíz de la pandemia.
La denuncia se radicó luego de que Scozzina organizara la salida de la imagen de San Ramón Nonato, patrono de Orán, el lunes, día de la fundación de la ciudad. El decreto presidencial que incorpora al departamento Orán junto a San Martín como zonas en Fase 1, prohíbe entre otras actividades, las religiosas, para evitar la aglomeración de personas debido a que facilita la propagación del virus.
Desde la Fiscalía Federal de Orán se informó que ya se enviaron oficios al Comité Operativo de Emergencia (COE) de Orán y de la Provincia pidiéndoles que brinden información sobre los permisos que avalaron una ceremonia religiosa en las calles de Orán, cuando esta actividad estaba expresamente prohibida por decreto presidencial.
El antecedente en la Justicia oranense es la de un trabajador camionero que en junio ingresó a Orán sin mencionar que había estado en Buenos Aires. Generó un contagio en conglomerado y por ello fue procesado, y está a la espera de que se realice un juicio en su contra.
Escarnio público, esa forma de defender a la Iglesia
Leiva, presidente de la organización de derechos humanos Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, de Orán, ya sabía que su renuncia iba a ser aceptada. De hecho, la presentó porque afirmó que de continuar al frente de la asesoría letrada, habría un conflicto más para la Municipalidad, ya complicada por la cantidad de casos de Covid-19. Ayer Orán sumaba 638 contagios y 56 fallecimientos. Es el departamento con mayor cantidad de muertes notificadas en la provincia.
“Sí, me lo esperaba”, dijo Leiva a Salta/12 tras dar a conocer el desenlance de su renuncia. Como el intendente González está de licencia por haberse contagiado Covid-19 derivó las consultas a los encargados de prensa. Desde allí sostuvieron que en realidad Leiva “renunció”, o al menos eso habían entendido. Añadieron que en una situación conflictiva como la que tiene Orán con “muchos vecinos fallecidos”, había que respetar a quienes quisieran “dar un paso al costado” dentro de la administración municipal.
“Si bien la denuncia no está dirigida a la Municipalidad, sí expone algo que resulta del ámbito de la mirada política de la Municipalidad y de su gestión”, sostuvo Leiva. Y es que entendió que a través de la Secretaría de Salud Municipal se debió actuar en coordinación con el Hospital San Vicente de Paul, de esa localidad, para reclamar una mayor asignación presupuestaria.
Sin embargo, su decisión se antepuso a la conocida “presión que existe desde los ámbitos de la grey católica que tienen peso en Orán”. Y entendió que la caravana religiosa que tuvo lugar este lunes “es una especie de globo de ensayo para lo que se viene en septiembre”, en Salta Capital, cuando es la festividad del Señor y la Virgen del Milagro, los patronos de la provincia. Esta es una de las fiestas patronales populares más conocidas en el país.
Ayer en los comentarios de las redes sociales de algunos medios de comunicación social proliferaban las referencias de intolerancia hacia Leiva en nombre de la fe católica. Y si bien decidió no darse por enterado, el abogado reconoció que ya está acostumbrado a este escarnio público de quienes salen a defender a la Iglesia.
Salvando las diferencias con la denuncia actual, recordó que en 1989 miembros de la llamada “familia judicial” acompañaron al cura Renzo Ferrazo. El acompañamiento, señaló Leiva, fue dentro de la sala del juicio oral que se llevó adelante contra el religioso italiano, quien fue denunciado por corrupción de menores. En Salta (y se cree que en el país) Ferrazo fue uno de los primeros integrantes de la Iglesia Católica condenados por corrupción de menores. Leiva representó a las familias de dos chicos que eran monaguillos. Y logró probar la culpabilidad de Ferrazo, que fue condenado a 9 años y 10 meses de prisión.
En aquel momento “me denunciaron por instigar a la falsa denuncia”, contó Leiva. Y antes de eso por su estudio desfilaron “monjas y empresarios” invitándolo a retirar la acusación. En el juicio Ferrazo dijo que no iba a responder preguntas “de un comunista como Leiva”, rememoró el letrado. Incluso contó que ante el juez, el pederasta argumentaba que al sentarlo a él en el banquillo de los acusados estaban “juzgando a la Iglesia”. “Desde esa vez dije ‘nunca más’”, recordó Leiva un poco entre risas, ya refiriéndose a la denuncia que elevó ahora contra la Iglesia y las fuerzas de seguridad.
Renzo Ferrazo apareció en una Lista de capellanes militares (1975-1983), que elaboraron Lucas Bilbao y Ariel Lede Mendoza, publicada en 2016. En este listado se detalla que una persona con ese mismo nombre fue capellán del Comando de Infantería de Marina 1 Río Gallegos, Santa Cruz, entre 1975 y 1978.