Hubo algo de nostalgia cuando Amalia Valeria Ibáñez Moro, de González Catán, quiso ir a investigar a Santiago del Estero, donde nació su padre. En su niñez, en los montes santiagueños, tuvo sus vínculos más estrechos con la naturaleza. Cuando se recibió en Biología, tuvo “el deseo de volver a conectar” con ese bosque.
La docente de la Universidad Nacional de Santiago del Estero evalúa cómo afecta el fuego a la regeneración sexual (por semillas) de las especies leñosas nativas en los bosques de la región del Chaco Semiárido. Con una beca doctoral del CONICET se incorporó al equipo de la doctora Sandra Bravo. El vínculo inicial con la provincia ahora se resignifica desde la ciencia, con su aporte para el conocimiento y la conservación.
El equipo de Bravo, de la Cátedra de Botánica en el Instituto de Silvicultura y Manejo de Bosques, se interesa en “saber cuál es el efecto del fuego sobre las semillas que están en suelo y en su entorno natural”. Este tipo de investigación, le cuenta Ibáñez Moro al Suplemento Universidad, busca “generar una herramienta de manejo” para las prácticas que utilizan fuego. Además, teniendo en cuenta las particularidades de cada zona, se puede aplicar esta metodología para desentrañar el papel de las llamas en la regeneración de las islas del Paraná o en Córdoba.
- ¿Cuál es el objetivo de la investigación?
- La investigación responde a un diseño de ensayo, donde tratamos de captar el patrón con el que ocurre un incendio. Programamos quemas experimentales, dentro de la temporada de fuego, en la época seca del Chaco Semiárido, desde abril hasta octubre.
Las quemas se realizan con una carga de combustible conocido y en condiciones controladas. Durante el evento podemos medir variables como: longitud de llama (m), velocidad de avance de fuego (m/s) y tiempo de combustión.
El fuego en el Chaco Semiárido es uno de los principales factores ecológicos naturales que modelan la vegetación. Además, se usa desde hace mucho como herramienta de manejo para el control de pasturas, en zonas de explotación ganadera. En los últimos años, con fuego, controlan arbustos leñosos útiles en prácticas silvopastoriles.
En ese contexto, queremos generar una herramienta de manejo. Tenemos en cuenta que aún faltan recaudos y de medidas preventivas en la aplicación de fuego. También hay un vacío de conocimiento no sólo en torno a la regeneración por vía sexual de especies nativas. También en el papel del fuego en la permanencia y persistencia de las semillas, en el suelo de este ambiente.
- ¿Cómo manejan las muestras?
- Las muestras, después de las quemas, permanecen en el sitio. Luego, observamos. Nos interesa saber cuál es el efecto del fuego en las semillas que se encuentran en el suelo de su entorno natural. Observamos si el paso del fuego fue letal para las semillas, estimuló la germinación o no les provocó nada. El tiempo de observación se extiende por varios meses.
Siempre un evento de fuego natural es más intenso que el experimental. Sin embargo, al hacerlo bajo condiciones controladas a campo pretendemos replicar el comportamiento real del fuego y conocer el efecto que genera en las semillas.
- ¿Cuáles son las aplicaciones potenciales de esta investigación?
- La importancia de este tipo de investigación es que a través de esto podemos contribuir a mejorar el manejo de los bosques del Chaco, y en otras regiones con características similares.
Es una realidad que el fuego se utiliza como una herramienta de manejo.
Un mal uso de esta herramienta (en términos de conservación) podría comprometer la regeneración de las especies vegetales a través de la reproducción sexual. Esto limita el mantenimiento de la variabilidad genética y el tamaño de las poblaciones naturales.
- ¿Qué incidencia tiene la fauna sobre la capacidad de regeneración?
- La fauna juega un papel muy importante. Las semillas de las especies leñosas son alimento para las aves frugívoras. Comen sus frutos, dispersan la semilla, y aumentan la capacidad de regeneración. Los insectos, pequeños mamíferos y reptiles, aportan a la polinización y remoción de semillas en la tierra.
Hay semillas que para germinar necesitan la incidencia de un factor externo: podría ser el pasaje por el tracto digestivo de los animales, o bien el fuego (que es lo que nosotros estudiamos).
La fauna nativa contribuye a mantener esos sistemas funcionales. Un desbalance en la interacción fauna-semilla podría afectar la regeneración de las especies leñosas afectando a la dinámica de ambas poblaciones.
- ¿Hay una forma de desarrollar una industria de maderas autóctonas y a la vez fortalecer los ecosistemas?
- Si la hay, requiere planificación y acompañamiento estatal. El manejo silvopastoril del bosque (nativo) y el ganado (introducido) podría permitir una disponibilidad de materia prima sostenible en el tiempo.
Las normativas vigentes de la Ley de Bosques no siempre son cumplidas e implementadas de la manera correspondiente. Esto genera tensiones entre los diferentes actores de la sociedad en general, y el bosque nativo es siempre lo que se ve más perjudicado.
Existen muchas líneas de investigación que apuntan al aprovechamiento racional e íntegro de las maderas autóctonas. Se valora, e incluye, el manejo sustentable del bosque nativo llevado a cabo históricamente por parte de la población campesina.
- ¿Se pueden aplicar los resultados o el método de esta investigación en las áreas incendiadas del rio Paraná o de Córdoba?
- Sí, uno de los objetivos de la investigación es que sea útil para aplicar en sistemas forestales con características similares. De todos modos, esta metodología podría aplicarse ajustándose a las condiciones y características del lugar para desentrañar el papel del fuego en la regeneración forestal de otras áreas.