Tailandia lleva 100 días sin detectar casos locales de coronavirus y, por el momento, evita los rebrotes que padecen países vecinos. Mientras tanto, el Gobierno lleva adelante medidas de prevención e intenta paliar el impacto de la crisis económica provocada por la pandemia.
"Yo diría que Tailandia está experimentando un nivel muy bajo o insignificante de infecciones dentro del país, más que afirmar que no tiene ningún caso nuevo en absoluto", opinó el doctor Sophon Iamsirithawon, director del Departamento de Control de Infecciones y señaló que hasta un 80 por ciento de los casos positivos son asintomáticos y podrían no haber sido detectados por las autoridades locales.
Según Iamsirithawon, "la colaboración y la conciencia pública” fueron fundamentales para disminuir los casos de covid-19 y destacó el trabajo de los Voluntarios para la Salud del Pueblo, una organización que se dedica a rastrear casos en las zonas rurales y cuenta con más de un millón de miembros.
Tailandia tiene casi 70 millones de habitantes y fue el primer país en detectar un caso de coronavirus después de China en enero. El país del sudeste asiático cuenta hoy con un total de 3.425 casos y 58 fallecidos, lo que lo convierte en uno de los menos afectados del mundo por la pandemia.
Otras naciones de la zona no tuvieron la misma suerte: Indonesia tuvo 178.000 casos y Filipinas 224.000. Asimismo, Tailandia aún no tiene una segunda ola de contagios, como sí sucede ahora en su vecino Vietnam, donde hubo un rebrote en julio después de casi tres meses sin contagios locales ni fallecimientos.
Las medidas sanitarias en Tailandia
En marzo, el Gobierno tailandés decretó medidas de prevención como controles de movimiento, un toque de queda nocturno, el uso obligatorio de barbijos en lugares como supermercados o transportes públicos y el cierre de las fronteras. Sin embargo, nunca llegó a ordenar un confinamiento estricto de la población.
Las medidas empezaron a relajarse en junio, aunque las fronteras continúan estando cerradas para los turistas extranjeros. Además, el 21 de agosto las autoridades decidieron ampliar -por quinta vez- el estado de emergencia hasta el 31 de septiembre.
El Gobierno también es acusado de utilizar las medidas para reprimir las protestas del movimiento estudiantil que desde el pasado 18 de julio ha organizado varias manifestaciones para exigir reformas democráticas y la reducción del poder del estamento militar y de la monarquía.
Por el momento, hay un total de 14 organizadores de las protestas que han sido detenidos desde el pasado 7 de agosto. Aunque fueron puestos en libertad, todos tienen cargos por haber violado el decreto de estado de emergencia impuesto por el Gobierno para combatir la pandemia y del delito de sedición. Estas acusaciones pueden ser penadas hasta con siete años de cárcel.
Crisis económica
La pandemia ha perjudicado la economía tailandesa, que entró en recesión con una caída del Producto Bruto Interno (PBI) de 12,2 por ciento en el segundo trimestre del año. Según el pronóstico del Banco de Tailandia, el país sufrirá este año una contracción del 8,1 por ciento, el peor dato económico desde la crisis financiera que padeció gran parte del Sudeste Asiático en 1998.
Hay también un recorte en las exportaciones, un sector clave para la economía de Tailandia, que registran una subida del 1 por ciento a una bajada del 11 por ciento.
Las autoridades locales han aprobado paquetes económicos para paliar los efectos de la pandemia, en especial en el sector turístico, que representa entre el 12 y el 20 por ciento del PBI de Tailandia. Este año, el país asiático recibirá un 80 por ciento menos de visitantes que en 2019, cuando acogió a 40 millones de turistas.