Cristina Castro recibió de boca de la jueza federal María Gabriela Marrón la confirmación de que los restos encontrados en un cangrejal de Villarino Viejo son de su hijo Facundo Astudillo Castro.Tras la audiencia remota que la madre del joven de 22 años mantuvo con la magistrada, las querellas difundieron el siguiente comunicado:

"Las querellas de Cristina Castro informan que en la audiencia realizada de manera remota la jueza federal María Gabriela Marrón confirmó que, según el cotejo de ADN realizado por el @eaafoficial , los restos encontrados el 15 de agosto corresponden a Facundo Astudillo Castro.

En la audiencia estuvieron presentes, además de la jueza, la mamá de Facundo, Cristina Castro, sus abogados Luciano Peretto y Leandro Aparicio, y la abogada de la Comisión por la Memoria, Margarita Jarque, como querella institucional. También estuvo presente Luis Fondebrider, titular del EAAF. Además acompañaron Malena Derdoy, a cargo de la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas y asesoras.

Como expresamos ayer, este es un momento muy importante para la causa pero también para Cristina y su familia. Por esta misma razón, y teniendo conocimiento de la expectativa que se ha generado, queremos hacer un llamado público a les comunicadores y funcionarios a respetar la intimidad de Cristina y su familia, dando tiempo y espacios que son muy necesarios en estos momentos tanto para ella y su familia, como para el trabajo de las querellas."

Un nuevo hallazgo

En tanto, Página/12 pudo saber que el martes de esta semana, durante un rastrillaje de la Policía Federal en la zona de Villarino Viejo donde el 8 de mayo estuvo el patrullero de la policía local de Bahía Blanca --que sospechosamente salió de su ruta habitual--, aparecieron dos pescadores para avisar sobre "unos huesos tirados". Al llegar, los federales verificaron que eran humanos, se comunicaron con el EAAF para dar aviso y reconfirmaron que son humanos pero no son del cuerpo que tras la autopsia resultó ser el de Facundo, son de otro ser humano pero aparecidos a 2 mil metros aproximadamente del primer hallazgo. "Una cosa de no creer, estamos azorados", dijo a este diario el abogado Peretto.