La jueza Marcela María Vargas condenó a 30 años de prisión a 5 miembros de las fuerzas de seguridad uruguayas por el homicidio de María Claudia García Iruretagoyena. Los funcionarios fueron sentenciados como coautores penalmente responsables de homicidio intencional muy especialmente agravado en el marco del Plan Cóndor, según reza la resolución judicial divulgada el miércoles, fechada el 14 de febrero de este año. Por el crimen de la nuera del escritor argentino Juan Gelman, desaparecida durante la dictadura cívico-militar en Uruguay, la Justicia rioplatense ordenó en octubre de 2011 el procesamiento de los militares retirados José Nino Gavazzo, Ricardo Arab, Valentín Vázquez y Jorge Silveira, y del ex policía Ricardo Medina.
María Claudia García Iruretagoyena fue secuestrada en Buenos Aires en 1976. Había sido detenida y trasladada al centro clandestino de detención Automotores Orletti junto a Marcelo Gelman, su compañero e hijo del poeta argentino, cuando estaba embarazada de Macarena, quien finalmente nació en Montevideo y que vivió durante más de dos décadas pensando que era hija de un matrimonio uruguayo. Marcelo fue asesinado y su cadáver fue hallado en Buenos Aires, pero María Claudia fue trasladada a Uruguay como parte de la cooperación entre las dictaduras militares uruguaya y argentina, en el marco del Plan Cóndor.
La nuera de Gelman desapareció luego de dar a luz en cautiverio donde funcionó el Servicio de Información de Defensa y un centro clandestino ubicado en Bulevar Artigas 1532, en Montevideo. Siendo bebé, Macarena fue entregada a un policía y a su esposa en esa ciudad. El agente falleció antes de que su hija adoptiva supiera quién era. Aunque dio una lucha a brazo partido para conocer el destino de su nuera y acudió a la Justicia para dar con su paradero, a Juan Gelman se le interpuso como obstáculo la Ley de Caducidad, legislación que funcionó de protección para los miembros de las fuerzas armadas que participaron del terrorismo de Estado uruguayo. En 2000, luego de un largo peregrinar, el escritor argentino pudo localizar a Macarena, una búsqueda que le llevó dos décadas.
Consultada por Radio Uruguay después de conocerse la sentencia, una de las primeras reflexiones de Macarena Gelman se apoyó en la tipificación del delito por el que fueron sentenciados los cinco represores. En ese sentido, la diputada nacional en la Cámara de Representantes de Ir, un partido formado en 2010 que integra el Frente Amplio, señaló que los miembros de las fuerzas de seguridad fueron condenados por homicidio especialmente agravado cuando, en realidad, el crimen de su madre es de desaparición forzada. “Eso deja una reflexión y un pensamiento de cuándo vamos a aplicar la figura que corresponde”, señaló la nieta del poeta argentino. En lo referente a la verdad, la causa –desde la perspectiva de Gelman–, no aportó prácticamente nada de lo que ya se sabía en el año 2000, cuando se abrió el expediente. A su vez, dijo que puede entender que la condena, desde el punto de vista social, es significativa y simbólica y por supuesto que corresponde, porque los sentenciados fueron responsables.
En relación al proceso, la diputada observó que, como hija, e inclusive como víctima de los delitos que se cometieron, tiene más significación lo que es el proceso, que en si la condena, que es el resultado del transcurso de ese proceso. “La verdad que ha sido muy penoso, ha sido revictimizante en muchas oportunidades”, confió sobre el desarrollo de la causa. Por otra parte, Gelman afirmó que “siendo como es nuestro proceso penal, que en poco tiempo va a sufrir modificaciones, la víctima no tiene prácticamente participación, salvo alguna posibilidad que da la ley 18.026”. Esa reglamentación, del 25 de septiembre de 2006, establece la cooperación con la Corte Penal Internacional en materia de lucha contra el genocidio, los crímenes de guerra y de lesa humanidad.
Asimismo, Gelman se refirió al fallo de la jueza Vargas, que sentenció a los cuatro militares y al policía condenados por homicidio intencional muy especialmente agravado. Al respecto, consideró que la no tipificación de desaparición forzada representa un tema grave y serio, lo que implica que la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos se está cumpliendo a medias. “Habrá que pensar cuál es la manera de trabajar esto en nuestro ordenamiento jurídico, que claramente es un crimen que al día de hoy se sigue cometiendo, que no ha prescripto”, sostuvo. La diputada también observó que el hecho de que la justicia uruguaya no incorpore estos crímenes como delitos de lesa humanidad es un deuda seria. Gelman apuntó contra el Poder Judicial. “Los cambios deben venir principalmente del sistema de justicia. Las modificaciones y la voluntad política tienen que sentarse en pensar y repensar nuestros sistema jurídico”, indicó.