Tres policías locales de Florencio Varela y otros tantos de la Bonaerense que se sumaron luego fueron literalmente zarandeados por unos 200 vecinos en pleno centro de ese partido, porque habían ilegalmente esposado a un chico de 16 años e intentaban meterlo dentro de un patrullero para llevarlo detenido. Los policías recibieron gritos, burlas, hasta que finalmente, al grito de “!quítenle las esposas¡”, los vecinos lograron la liberación del pibe, entre vítores y aplausos. La escena duró más de veinte minutos y fue grabada por una vecina con su celular. El video, de casi 11 minutos, fue subido a la red y se viralizó.
El reclamo de los vecinos y la libertad del pibe ocurrió en la peatonal Monteagudo y Mitre, pleno centro de Florencio Varela, durante la tarde.
Policías locales pretendieron echar del lugar a un grupo de pibes. Uno de ellos respondió y los uniformados se le fueron al humo. Lo arrojaron contra una pared como trapo de piso y lo esposaron para luego intentar meterlo en el patrullero con la excusa de que no tenía documentos. Fue la última acción exitosa de los polis.
El video registra desde el momento en que el trío de uniformados empieza a empujar al chico en el patrullero. El joven se resiste. Primero son unos pocos vecinos, pero luego empiezan a sumarse más y más personas que van rodeando el patrullero.
“¡No subas al patrullero, no te su- bas. Tirate al piso. No lo toquen. Estamos en democracia!”, se escucharon los gritos de una mujer que registró el video con su celular.
A los gritos de la señora se fueron sumando los de otros vecinos: “Soltalo, soltalo”, “Sacale las esposas, es menor”, “¿Por qué lo agarraron? ¡No se lo pueden llevar!” “No se dan cuenta de que es un pibe”, “¿Cuáles son los cargos?” “Sacale las esposas que es menor de edad”.
“Nosotros no sabemos que es menor, cómo lo comprobamos”, fue lo único que atinó a decir uno de los uniformados.
Los vecinos fueron tomando fuerza, animándose. Le daban indicaciones al chico. “¿Te pegaron? –le preguntó una mujer que se metió entre los policías? ¿Quién te pegó? ¿Vos le pegaste?”, preguntó y señaló a la mujer policía.
Los tres uniformados se notaban desbordados. Uno de ellos comenzó a pedir instrucciones: “Reitero pedido de documento para ver si el que tenemos aprehendido aca es un menor, puede ser?
–¡Aprehendido no –le gritaron–, ¡golpeado!
El pibe esposado empezó a gritar lo que había ocurrido. “¡Dijo que nos vayamos! –en relación a uno de los policías–. Me dijo culo roto y un montón de cosas y yo le dije que me tenia que hablar como tenia que ser a un pibe, pero no, culo roto porque es mayor, yo soy menor y a vos te chupa un huevo”, le dijo al policía que acababa de pedir instrucciones.
Al promediar el video ya los polis estaban desbordados. En el minuto 5.31 del video, una mujer grita: “¡No son policías, son pitufos de Pereyra”, y todos alrededor del patrullero, incluido el pibe esposado, lanzaron una carcajada y aplaudieron. Los polis, ofendidos, empezaron a empujar al esposado para meterlo dentro. Pero la presión vecinal lo impidió. Al rato, llegaron uniformados de la Bonaerense, que a la fuerza intentaron empujar al esposado. Entonces se lanzaron todos sobre ellos. Uno de los policías desenfundó su arma que al rato volvió a su lugar. Una oficial de la Bonaerense intentó poner orden. “Te tiramos contra la pared no digas que te golpearon”, le dijo al joven la policía mujer de la fuerza local. “Lo amenazaron y le dijeron que hasta le iban a meter un dedo en el culo”, respondió la mujer que presenció la captura desde el comienzo.
Finalmente, el pibe fue liberado bajo un cerrado aplauso vecinal.