Desde que se decretó el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, la incertidumbre y la angustia golpeó particularmente al sector de la cultura. Y no sólo eso, sino que evidenció de la manera más brutal la precarización que viven muchos de sus trabajadores. En ese escenario, las distintas líneas de fomento, subsidios y ayudas económicas que puso a disposición el gobierno nacional eran noticia por el alivio que podrían transmitir al sector. La aprobación de la Ley de Sostenimiento y Reactivación Productiva de la Actividad Turística (impulsada por el oficialismo) es noticia también porque atañe a las empresas vinculadas al sector cultural.

La iniciativa, en sus fundamentos, sostiene la necesidad de "paliar el impacto económico, social y productivo en el turismo, en todas sus modalidades, en virtud de la pandemia por coronavirus Covid-19 y brindar las herramientas para su reactivación productiva”. En este sentido, de la mano del turismo y como un rubro vinculado a él, uno de los ámbitos de aplicación que contempla la ley serán los cines, las producciones teatrales y musicales.

Aunque todavía deberá ser reglamentada por el Poder Ejecutivo, entre los planes que propone se encuentran reducciones impositivas y previsionales y un salario complementario abonado por el Estado Nacional para los trabajadores en relación de dependencia del sector privado. También incluye la entrega del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), con la excepción de que solo lo podrán cobrar si su actividad se encuentra paralizada o tiene una facturación menor al 30%. Hay que tener en cuenta que en lo que respecta a lo cultural, por ahora se refiere sólo a empresas y productoras y no a los trabajadores independientes. Según explica la ley, se prorrogará por 180 días el vencimiento del pago de impuestos “existentes o por crearse” que operen hasta el 31 de diciembre de este año. Además, entre otras cuestiones, se lanzarán una serie de créditos para el pago de servicios, salarios y demás gastos.

Se trata de un extenso paquete de medidas que busca mitigar los efectos de la pandemia y que, por ahora, sólo contempla a la arista empresaria del sector. Según manifestaron en Diputados, a raíz de los inconvenientes que presentó la sesión, no se pudieron votar modificaciones al proyecto, y quedó pendiente, entre otras cosas, el tratamiento de un IFE para los trabajadores de la cultura. Un punto considerado de relevancia si se tiene en cuenta la situación de informalidad, que es histórica, y que hoy en día conlleva a que muchos trabajadores atraviesen un presente desigual y complejo.