Desde los gremios que representan a los trabajadores de la Dirección General de Rentas (DGR) denunciaron la falta de protocolos internos y que no se cumplen los ordenados por el Comité Operativo de Emergencia (COE) en cuanto a los cuidados, la higiene y los permisos para no asistir al lugar de trabajo de aquellas personas consideradas dentro de los grupos de riesgo.
En dos notas remitidas al director general del organismo, Gustavo De Cecco, la Asociación de Trabajadores de la Administración Pública Provincial (ATAP) y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), solicitaron que de manera urgente se les informe sobre los protocolos de actuación interna y exigieron que se realicen tareas de desinfección acordes al efectivo combate del virus SARS-CoV-2.
Las oficinas de la ciudad de Salta se sacudieron ante la noticia de que dos de sus trabajadores dieron Covid-19 positivo, y “las autoridades no informaron como correspondía, tampoco se suspendieron las actividades bajo el pretexto de que esas personas no tuvieron contacto con otros trabajadores”, explicó Miguel Rojo, secretario general de ATAP.
Mientras, ayer se supo que había un tercer contagiado en las oficinas de Orán, lo que alertó aún más a los empleados de esa repartición que denuncian estar indefensos ante la escalada de casos en la provincia.
La primera nota enviada por los gremios fue apenas se conoció de los dos primeros positivos, el 21 de agosto, pero ante la falta de respuesta por parte de las autoridades, volvieron a presentarla el 31, reiterando sus pedidos.
Además de la falta de protocolos claros tanto de atención como sanitarios, los representantes de los trabajadores exigen que se cumpla con las normativas de Higiene y Seguridad en el trabajo como estipula la ley 19.587.
Pero lo que más los alarma es la falta de reacción ante la aparición de la enfermedad entre sus empleados. El organismo en ningún momento cerró sus puertas aduciendo que se trabaja en dos grupos que no tienen contacto entre sí, y que los contagiados pertenecían a un solo grupo, “pero eso no significa que no tengan que desinfectar todo el edificio como corresponde”, dijeron los referentes gremiales. Otro de los argumentos del director, fue que se atiende por turnos online, lo que evita la aglomeración de personas.
El primer caso se trató de un empleado que trabaja en el área de movilidad del edificio, ubicado en la calle Balcarce entre España y Caseros. Si bien en ese momento informaron que esa persona no tenía contacto con el público, fueron aisladas tres personas que se desempeñan en la misma oficina y dos parientes que también trabajan en Rentas.
Justamente por la cercanía de esos dos empleados con personal directivo de la institución, el mismo De Cecco tuvo que guardar una cuarentena a la espera de los hisopados correspondientes.
En cuanto al segundo caso, el titular de la Dirección de Rentas aseguró que nunca estuvo en el edificio “porque era la semana que no tenía que cumplir funciones en el edificio, sino desde su casa, y se contagió por otro contacto”.
Además, los gremios solicitaron información formal sobre la cobertura que prestaría la Aseguradora de Riesgo de Trabajo (ART) contratada para los empleados, teniendo en cuenta el riesgo de saturación de los servicios de salud pública “y para saber a quién acudir en caso de dudas sobre la posibilidad de tener la enfermedad”.
Condiciones laborales
Miguel Rojo y el delegado de ATE, Oscar Isella, también denunciaron que desde algunas jefaturas se estaba “persuadiendo” para volver a sus puestos a personas que, por su edad, embarazo o tener alguna enfermedad preexistente, se encuentran dentro de los grupos de riesgo y por lo tanto, exceptuadas.
Detallaron que la metodología es “convencerlos de manera verbal” y luego hacerles firmar una constancia mediante la cual el empleado expresa que retorna a sus tareas habituales “bajo su voluntad y exclusiva responsabilidad”.
Por lo que solicitaron que se informe cuántos trabajadores en esas condiciones volvieron a sus puestos y repudiaron dicha metodología en el marco de la emergencia que vive la provincia y el país “y mas habiendo ya casos constatados dentro de nuestras oficinas”.
Por último, también expresaron sus críticas ante la presión psicológica y el exceso de responsabilidades con los que se está sobrecargando al personal que realiza sus tareas desde su domicilio. Pidieron que para aquellos que así lo hagan, desde la patronal se garantice la entrega de todos los elementos necesarios para poder desarrollar sus tareas como corresponde.
La primera nota remitida el 21 de agosto hace expresa mención a una trabajadora que realizando “teletrabajo” por estar dentro de los grupos de riesgo, sufrió un colapso nervioso atribuido a la sobrecarga de obligaciones laborales, según el médico que la atendió. Sin embargo, desde la oficina de Recursos Humanos de la Dirección de Rentas, le indicaron que pida una licencia médica para poder dejar de realizar sus labores.
“¿Corresponde que una trabajadora solicite licencia médica estando exceptuada legalmente según la normativa vigente entre los grupos de riesgo?”, preguntaron los representantes gremiales al titular del organismo en cuestión.
Gustavo De Cecco negó que se esté obligando a trabajadores exceptuados a ir a cumplir sus labores, “se dieron cuatro casos, que ellos mismos solicitaron que preferían cumplir su horario en el lugar de trabajo y no desde sus casas, por eso les hicimos firmar esas notas”.