Mientras se dilata el final de la novela que determinaría si continúa o no en la Ciudad Condal, este viernes parecería estar signado a ser más que importante para el futuro inmediato de Lionel Messi, quien aún debe decidir sus pasos a seguir después de que el presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu, se mostrara inflexible respecto de dejarlo marcharse, lo que complica su desembarco en otro equipo de elite.
Por un lado hay informaciones periodísticas que apuntan a que estaría dispuesto a dar marcha atrás a su decisión y quedarse un año más en el conjunto catalán, aunque también se espera que en algún momento Messi salga a hablar públicamente para explicar su posición, lo que puede servir como un golpe de efecto para destrabar la situación.
En la mañana del jueves, Jorge Messi, padre y representante del jugador, respondió con un escueto "sí" o "no sé" -esta última versión según el entorno del jugador- cuando las cámaras de la cadena Cuatro le preguntaron si estaba estudiando la posibilidad de que el capitán argentino se quede en el Barcelona. Las palabras de Jorge Messi no se escuchan bien, pero de confirmarse que la Pulga evalúa quedarse un año más hasta finalizar su contrato supondría un giro radical en la postura de la máxima estrella azulgrana.
La expectativa de este jueves estuvo puesta en el encuentro que el capitán del seleccionado mantuvo con su progenitor para que le explique los pormenores de lo que discutió el miércoles con Bartomeu, ya que la reunión concluyó sin un acercamiento, después de que el directivo culé reiterara que el club no dejará marchar con carta de libertad. Por su parte, los Messi insistieron en que el goleador histórico del Barcelona ya expresó su voluntad de hacer uso de la cláusula de su contrato que le permitía salir gratis a final de temporada.
Los abogados del astro insisten en su interpretación del contrato de jugador, y creen que por la crisis del coronavirus la temporada culminó más tarde de lo normal, de ahí que Leo tenía derecho a expresar su voluntad después del 10 de junio, que era la fecha literal. Messi es consciente de que su salida del Barcelona es compleja y que su futuro ya sea en el Manchester City o en otro equipo depende en gran medida de que pueda irse libre, ya que cualquier club que lo adquiera podría quedar expuesto ante el ojo vigilante del fair play financiero.
Bartomeu le reiteró a Jorge Messi que el astro tiene contrato vigente hasta junio de 2021 y que si quiere irse tendrá que pagar los 700 millones de euros de la cláusula de rescisión de su contrato. Además remarcó que el rosarino es la pieza fundamental del nuevo proyecto liderado por el DT neerlandés Ronald Koeman y desea que se quede, ofreciéndole dos años más de contrato.
Del lado de Messi transmitieron que la decisión del futbolista es acabar con su etapa de 20 años en el conjunto azulgrana, pero quieren hacerlo sin terminar en una batalla legal. Desde ya que el astro puede acudir a la FIFA para que habilite su traspaso, pero esta vía posiblemente desembocará en un conflicto legal que incluso afectará al posible club de destino, que se arriesgará a un litigio con el Barcelona.
Si bien el primer encuentro entre ambas partes fue calificado de "cordial", por el momento parece tan difícil que Messi se quede como que se marche, debido a que la relación con el Barcelona se deterioró. El club desea que el todavía capitán regrese a los entrenamientos este viernes -tras el día de descanso otorgado al plantel-, con lo que las esperanzas están puestas en lo que pueda decidir la estrella azulgrana en las próximas horas.
Los escenarios continúan abiertos a la espera de los movimientos de Messi, quien se encuentra recluido en su casa de Casteldefels, donde este jueves disputó un partido de paddle con Luis Suárez, su amigo y socio futbolístico, según publicó el periódico deportivo Marca. El delantero charrúa también está negociando su salida del Barcelona, y todo apunta a que desembocará en la Juventus, de Italia.