El bloque macrista del Consejo de la Magistratura consiguió ayer su objetivo de nombrar hasta el 30 de noviembre un juez que le inspira confianza en el juzgado federal con competencia electoral de La Plata. Se trata del juez de Tres de Febrero Juan Manuel Culotta, quien tendrá a cargo este juzgado clave durante el proceso electoral de este año en el distrito más grande del país. Se ocupará de los padrones, las listas, las rendiciones de cuentas de los partidos políticos, entre otras cosas. La oposición desde hace tiempo denuncia que es un nombramiento irregular, porque Culotta no pertenece a la jurisdicción platense ni tiene la competencia electoral, y ni siquiera está concursando para el cargo vacante. El plenario ignoró abiertamente el ofrecimiento de dos camaristas federales de la Plata para subrogar el cargo.

Como informó PáginaI12, el macrismo venía intentando desde el año pasado transportar a Culotta desde Tres de Febrero a La Plata. La apuesta de máxima, por entonces, era trasladarlo de manera definitiva como juez federal con competencia electoral, sin rendir examen. Pero la Cámara Nacional Electoral cuestionó esa posibilidad porque el juez carece de la especialidad electoral. La vinculación de Culotta con Cambiemos, y en particular con Mauricio Macri, es a través del abogado Alejandro Pérez Chada –quien representó al Presidente en varios expedientes políticos y de Boca–. Es además otro hombre del colegio Cardenal Newman.

En el plenario de ayer, el diputado Rodolfo Tailhade mostró una carta que habían enviado dos camaristas federales de La Plata, César Alvarez y Olga Calitri, en la que decían que ellos estaban dispuestos a subrogar el juzgado federal electoral platense. La ley de subrogancias y el fallo “Uriarte” de la Corte Suprema determinan una serie de criterios para desempeñarse como suplente: ser de la misma jurisdicción, compartir la “materia” (electoral en este caso), y si alguna estas opciones no fueran posibles, lo que sigue es llamar una lista de jueces jubilados o conjueces. El representante del Poder Ejecutivo, Juan Mahiques, ironizó en la sesión acerca de cuál era la especialidad electoral de los camaristas, que sí son de La Plata. Culotta no comparte jurisdicción ni especialidad. Entró por la ventana, autopostulándose para progresar en su carrera, cuando en rigor hay un concurso en pleno trámite para este mismo cargo, pero en el que no se anotó.

Finalmente, el macrismo obtuvo ocho votos, entre legisladores, abogados y jueces. Culotta estaría hasta noviembre, a menos que antes termine el concurso, algo que parece improbable. El juzgado en cuestión está vacante desde septiembre de 2014 cuando falleció su titular, Manuel Blanco. De ahí en más fue blanco de disputas. De hecho, su subrogante natural debería ser el titular del juzgado federal 2 de La Plata, Ernesto Kreplak, pero el oficialismo lo excluyó automáticamente porque fue funcionario del Ministerio de Justicia durante el kirchnerismo (sólo le dejaron la suplencia en los temas penales). Subrogó un secretario, Laureano Durán, desplazado por la Corte, luego María Servini de Cubría, quien está enfrentada con la Corte y en algunos asuntos con el Gobierno, y al final el juez radical Adolfo Ziulu, civil y contencioso. Esta semana hubo una presentación judicial para impedir la designación, presentada por la organización AJUS.