Los gremios del transporte confirmaron ayer su “adhesión plena” al paro general del próximo jueves. La efectividad de la medida de fuerza convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT) “será total”, aseguró Juan Carlos Schmid, titular de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), luego de un plenario de los gremios que la integran. El dirigente, uno de los tres secretarios generales de la CGT, reclamó urgentes “correcciones” a la política económica del gobierno de Mauricio Macri y recordó que “la inflación, la caída el poder adquisitivo, el derrumbe del consumo y la caída de la actividad industrial forman parte de la agenda de reclamos”. La confirmación de los gremios que integran la CATT se produce tras el contundente apoyo del Partido Justicialista y la adhesión de los gremios agrupados en el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), donde sobresalen los taxistas que lidera Omar Viviani y los mecánicos que encabeza Ricardo Pignanelli.
La adhesión de los transportistas al primer paro general de la CGT durante la presidencia de Macri, clave para garantizar la eficacia de la medida en otras ramas de trabajadores, había sido adelantada en parte el martes pasado por el titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández, cuando ese sindicato dio a conocer por medio de un comunicado la participación de colectivos “tanto de larga distancia como de corta, premetro, subtes y combis”. Ayer, en la sede de la CATT en el barrio de Balvanera, Schmid encabezó una conferencia de prensa de la que también participaron Mario Caligari (UTA), Juan Pablo Brey (Asociación Argentina de Aeronavegantes), Omar Maturano (La Fraternidad) y Omar Pérez (Camioneros), en la que ratificó que “efectivamente” no funcionarán colectivos, subtes, trenes ni aviones. Caligari apuntó que los micros “no saldrán de las terminales durante las 24 horas” y aclaró que “aquellos servicios que salgan el día anterior y cuyas distancias superen los mil kilómetros no realizarán la medida y culminarán sus recorridos”. Brey informó que para los aviones que lleguen al aeropuerto internacional de Ezeiza en las primeras horas del jueves habrá guardias mínimas para garantizar la atención de los pasajeros.
Consultado por los periodistas, Schmid negó que “haya contactos con funcionarios del gobierno” y explicó que “no se realizan contactos en medio de una confrontación”. Sobre las posibilidades de reactivar la Mesa del Trabajo y la Producción después del paro, respondió que “el diálogo está suspendido porque hay que restablecer la confianza tanto de los empresarios como del Poder Ejecutivo”. Ante la pregunta sobre la participación de los cegetistas Francisco Gutiérrez (UOM) y Víctor Santa María (Suterh) en la movilización de ayer convocada por las CTA, Schmid dijo que su “impresión (es) que lo están haciendo en forma independiente” porque “no responde a la decisión que tomó el Consejo Directivo de la CGT”. “Esa pregunta la pueden responder los sindicatos que estarán participando” con las CTA, propuso.
Minutos después, entrevistado por radio, Schmid volvió a criticar a Macri al recordar que en la campaña electoral prometió ir “hacia la pobreza cero mientras que ahora, al chocarse de narices contra la realidad, dice que hacen falta veinte años para salir” de ese flagelo. “Después de más de treinta años de democracia tenemos más de 30 por ciento de compatriotas viviendo en la pobreza”, lamentó. Cuando le pidieron su opinión sobre la eventual candidatura de Cristina Kirchner, el triunviro de la CGT dijo que no cree “que sea la mejor opción para el peronismo”. De todas formas “es una decisión que me supera a mí y tampoco puedo desconocer que (la ex presidenta) tiene un núcleo importante de seguidores”, admitió. “A la CGT le preocupa resolver estos temas (del mundo del trabajo), los otros están en el plano de la política”, explicó. Ante el planteo de que supuestos inversores estarían preocupados ante la posibilidad de que la ex presidenta se presente, Schmid respondió que “no solo están preocupados por eso sino porque si hay un derrumbe en el mercado interno, ¿quién va a venir?”. E insistió en que la presunta inquietud empresarial pasa “no solo por la presencia de Cristina sino por las malas expectativas que hay”.