Desde Rosario
El fiscal Aquiles Balbis imputará por homicidio simple al camionero que, alcoholizado, atropelló y mató ayer a Jonathan Gardini, un trabajador de 38 años, e hirió a otros cinco que participaban de un piquete en la intersección de las rutas 10 y 11 en el acceso norte a San Lorenzo. Balbis lo acusará en base a varios relatos que dieron cuenta de que el conductor del camión tuvo intenciones de atropellar a los manifestantes. El secretario general de la CGT San Lorenzo, Edgardo Quiroga, consideró que “el responsable de esta muerte es Macri porque no nos respeta como trabajadores”, al tiempo que llamó “a una reflexión por esta idea de enajenación que nos imponen los medios masivos, algunas empresas y el Gobierno”.
Gardini murió en uno de los nueve piquetes dispuestos en la zona de San Lorenzo para la jornada de paro convocada por la CGT en reclamo por despidos, y en adhesión a la jornada de protesta nacional convocada por las dos CTA. Tras la muerte del trabajador, Quiroga anunció que tras la muerte de Gardini decidieron levantar la protesta y decretar cinco días de duelo.
Cristian S., el conductor del camión, oriundo de Rosario, quedó detenido. Le realizaron estudios de alcoholemia, cuatro horas y media después del hecho, que dieron positivo: 1,16 gramos de alcohol en sangre. También le realizaron estudios de narcolemia, que fueron negativos. Para sostener la acusación, el fiscal Balbis dijo que “lo más importante son los testimonios, tanto de personal policial que presenció el atropello, como de manifestantes”.
El fiscal informó que recabó cerca de 12 testimonios, que fueron relevados a la sede policial, donde estableció que el hecho ocurrió a la madrugada, cuando había camiones aguardando para pasar por el cruce de rutas en el que se realizaba el piquete.
“Los dichos dan cuenta de que aproximadamente a las 4 de la madrugada había una serie de camiones que aguardaban para pasar por la intersección de las rutas provincial Nº 10 y la nacional Nº 11 y uno de los conductores decidió desenganchar el acoplado que tenía en su vehículo y viró hacia la derecha a los fines de tomar la ruta 11 por el costado, dio una vuelta en u, dirigiéndose hacia donde estaban los manifestantes”, contó el fiscal.
La maniobra terminó con la vida de Gardini, domiciliado en Granadero Baigorria y padre de cuatro hijos, que participaba de la protesta como afiliado al Sindicato Unico de Trabajadores de la Vigilancia Privada (Sutravip). En ese momento “había un grupo muy grande de personas, había también patrullas de Vialidad Nacional, de la Policía de la jurisdicción y gomas encendidas, por lo que la visibilidad de estas personas que se estaban manifestando era clara”, dijo Balbis.
Por su parte, Quiroga señaló que el camionero “desde temprano estaba buscando alcohol para comprar, pero no conseguía porque estaba todo cerrado”. Según el titular de la CGT San Lorenzo, el camionero “pasó a la media hora y nos insultó” para luego alejarse unos metros, desenganchar el acoplado del camión cisterna que estaba vacío y finalmente regresar “a una velocidad inusitada y tirar el camión sobre unos 80 compañeros”.
El fiscal Balbis relató que el conductor del camión, que no tiene antecedentes penales, avanzó unos 600 metros mientras personal de Gendermería intentaba detenerlo. Se bajó del camión y corrió otros 400 metros. Si bien intentó esconderse debajo de otros camiones que estaban sobre la ruta 11, los gendarmes finalmente lo detuvieron.
“Había dos grupos grandes de personas: uno apostado en el cruce de las rutas 10 y 11. Nunca pensaron en que el camión no iba a detener su marcha. Ese grupo de manifestantes logró evitar que el camión colisionara pero metros más atrás había otras personas, entre las que se encontraba la víctima fatal que no llegó a advertir la maniobra del conductor”, concluyó el fiscal.