----¿Tenés miedo a volver a ser pobre?
--Para nada: tengo todas las cosas de depilación en casa y no se me caería ningún anillo si tengo que volver a depilar. Soy una gran depiladora.
La que habla es Mayra Arena, la joven de 27 años que en 2018 se hizo famosa porque se viralizó su charla Ted titulada Qué tienen los pobres en la cabeza, en la que explica (entre otras cosas) por qué los pobres tienen muchos hijos, por qué se compran zapatillas caras, por qué no siempre son "amorosos". Mayra se crió en una villa de Bahía Blanca con calles de tierra y conoció lo que era un baño en la casa de una amiga: no entendía por qué había dos inodoros: creía que uno era para hacer pis. Logró salir de la villa, trabajó como empleada en una casa cama adentro, después depiló y se fue formando. Hoy trabaja en una consultora de comunicación política, tiene ingresos de clase media, pero no se considera de clase media.
"Yo creo que vos podés abandonar la pobreza, pero la pobreza no te abandona a vos", dice.
Cumplió 27 años. Vive en Caseros, estudia Ciencia Política en la Universidad de Tres de Febrero y tiene tres hijos "uno biológico, mi hermanita que se vino a vivir conmigo a los 7 años y un chico al que conocí cuando me mudé acá y se quedó conmigo". Milita en Fuerte Apache y es peronista.
Ahora que gana bien, cuenta que "se delira" la plata en los otros. Para ella, "la comida es sagrada" y una de las primeras cosas que se compró cuando empezó a ganar bien fue una heladera "gigante". Los sábados, de 11 a 13, conduce el programa "Dos de cal y una de arena", por Radio del Plata.
-- ¿En qué estás en política?
-- En la la militancia de base. Soy recontra peronista, pero hasta ahora no he querido acceder a la función pública aunque me lo han pedido. Me gusta la militancia: reconozco que es mucho más fácil que ser funcionario, pero también más divertido y emocionante: te permite un contacto con la gente que disfruto.
-- ¿En qué consiste tu militancia?
-- Siempre voy a estar en el lugar más pobre, que en Caseros es Fuerte Apache. Teníamos el proyecto de hacer una escuelita porque vemos que hay tres alfabetizaciones en crisis en los barrios pobres: la castellana, la digital y la de lengua inglesa. Hoy un pibe en el Fuerte Apache de 12, 14 y 16 años sabe leer, pero no tiene comprensión lectora. No pudimos avanzar porque todo es carísimo. Somos militantes de base y yo financio toda la militancia con el sector privado. Nos cuesta más, pero no tenemos que pedir favores a cambio cuando damos algo.
El Gobierno y la oposición
-- ¿Qué es lo que más te gustó hasta ahora del gobierno del Frente de Todos?
-- Me parece increíble que Martín Guzmán haya logrado el 99 por ciento de aceptación en la reestruturación de la deuda. El peronismo hace, a los ponchazos, pero hace. No arregla las cosas como querría el radicalismo, que es más prolijo porque no hace un carajo.
"El peronismo hace las cosas a los ponchazos, pero hace. El radicalismo es prolijo porque no hace un carajo".-- Bueno, pero se encargaron de obstruir una sesión importante en plena pandemia...
-- Siempre han sido democráticos, pero siempre han sido también inmaduros como oposición y, sobre todo, tienen un defecto muy triste: les pesa más el antiperonismo que el amor a la patria.
-- ¿Por qué a Mauricio Macri, ya de regreso en la Argentina, le resultó tan fácil destruir el país y a un gobierno popular le cuesta todo tanto?
-- El macrismo desarrolló impunemetnte una política criminal gracias a la formación y el capital intelectual, cultural y económico que tienen. La criminalidad en Argentina es un problema, pero está en todas las clases sociales. Ahora, si sos lo suficientemente inteligente, rubio y rico, vas a poder cometer todos los crímenes con total impunidad.
-- ¿Y cómo lo definirías a Macri?
-- Le tengo más miedo Larreta. Es peor porque sabe poner el despertador a las 6 de la mañana. Trabaja mucho más que Macri, que se despierta cuando su cuerpo lo pide: es un empoderado del despertador. Larreta es mucho más inteligente, y trabajador. Algo muy peligroso es que se muestra como un tipo de diálogo que se ríe de sí mismo. Esa imagen de tipo conciliador es muy presidenciable. Alberto debería dejar de hacerle tan fácil el camino para su sueño presidencial.
"Macri se despierta cuando el cuerpo se lo pide: es un empoderado del despertador. Larreta sabe ponerlo a las 6 de la mañana"
Las marcas de la pobreza
-- ¿Cómo te llevás con la plata ahora que cobrás bien?
-- A mi hermana le da terror volver a ser pobre: no sale nunca a la calle sin plata. Yo ando casi siempre sin plata. Si me pasa algo, no va a ser algo solucionable con dinero. Estoy mirando mis zapatillas y las debo tener desde hace cinco años. Soy muy austera conmigo, pero en mi casa la comida es sagrada. Una de las primeras cosas que me compré cuando empecé a cobrar bien fue una heladera gigante. Tengo un tema con comer cosas ricas: fueron años de comer arroz con cebolla, sánguches de fideos... Y mis hijos no tienen estupideces, pero mierda quieren, mierda tienen.
"En mi casa, la comida es sagrada. Una de las primeras cosas que me compré cuando empecé a cobrar bien fue una heladera gigante"
-- ¿Y vos tenés miedo a volver a ser pobre?
-- Para nada. Si tengo que volver a depilar, no se me cae ningún anillo. Y te cuento que soy una gran depiladora, en el resto de las cosas me defiendo, pero es lo que mejor hago. Por lo único que me fui de la villa es para que mi hijo no sea asmático como yo. Pero no me siento de clase media y nunca me voy a sentir de clase media.
-- ¿Cómo es eso?
-- Uno puede salir de la pobreza, pero la pobreza no sale de uno. Hay algo ahí que queda. Aunque mis ingresos ya no sean de pobre.
"Uno puede salir de la pobreza, pero la pobreza no sale de uno. Hay algo ahí que queda".
-- En la charla Ted, contaste que la primera vez que fuiste a una casa con baño creíste que el bidet era otro inodoro que servía para hacer pis. Juraste llevarte a la tumba el secreto de hasta qué edad hiciste pis en el bidet. ¿Se mantiene el juramento?
-- Sí, me lo llevo a la tumba.. Pero te puedo contar que cuando se viralizó esa charla, una famosa empresa de bidets me ofreció trabajo, pero no lo acepté porque no me parecía ético.