La Televisión Pública presentará este domingo a las 22 el Especial Pandemia en Argentina: historias de vida en los meses de aislamiento, un documental que recoge historias en hospitales y vivencias de pacientes, médicos y personal de la salud durante los meses de aislamiento, con la dirección de Leonardo Anolles. Se trata de un amplio registro audiovisual de la situación que atraviesa el país desde marzo de este año, con énfasis en la preparación, puesta en marcha y seguimiento de las políticas sanitarias, y la reacción del pueblo en todo el territorio.
En las imágenes se puede ver desde el cierre de fronteras al primer infectado, desde la declaración del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio por parte del Presidente, al empleo de los hoteles para los aislados con síntomas leves de Covid-19. Pero gana en emoción y en intensidad cuando habla un hombre que estuvo 23 días en coma y que pudo recuperarse. También se observa desde el Parque Sanitario de Tecnópolis al Centro Deportivo de Tierra del Fuego convertido en Hospital de Campaña. Incluso se ven imágenes de los trabajadores del Plan Detectar en Villa Fiorito. El especial no es sólo informativo sino que se nutre de testimonios de los propios pacientes de Covid-19, familiares, médicos y otros trabajadores de la salud, poniendo el foco en sus vivencias y en lo sanitario.
"Cuando estaba comenzando la pandemia a nivel internacional, Jorge ‘Topo’ Devoto estaba en Cuba y vio los movimientos que empezaron en todos los países. Cuando el equipo llegó a la Argentina y se declaró el ASPO y empezó a estar todo mucho más complejo, decidieron salir a hacer un registro. Es importante señalar que en el inicio ese registro comenzó a hacerlo el realizador Manuel Fernández Ceballo", cuenta Leonardo Anolles, director del documental. "Ellos comenzaron a viajar por el interior del país a tomar imágenes de cuestiones que tuvieran que ver con las diferentes aristas de la pandemia desde lo social, lo económico, lo cultural. Empezaron a registrar, en un principio, el norte, después viajaron a Córdoba, Santa Fe, luego a Misiones. Avanzado el proyecto, Devoto, que es el productor, me convocó para dirigirlo y sumarme a un equipo que ya estaba armado, que es prácticamente el mismo equipo de Tierra arrasada y El camino de Santiago”, agrega Anolles.
-¿Este especial es parte de un documental más extenso que están preparando?
-Nosotros continuamos trabajando y grabando. Hicimos un recorte de unos 50 minutos pensado para la televisión, pero es parte de un largo documental para el que visitamos ya dieciséis provincias, hicimos 180 entrevistas, estuvimos en hospitales, barrios de emergencia, terapias intensivas, con pacientes recuperados, con familiares de fallecidos. Quizás lo que tiene el especial es que está muy estructurado en función de lo sanitario, pero el documental va a abordar otros temas que tienen que ver con lo económico, lo social, lo cultural. Nos va a permitir otro nivel de profundidad. Desde un punto de vista coyuntural, nos parecía interesante poder mostrar este material. La decisión fue tomar una estructura mucho más sanitaria también para que la sociedad vea en qué estado estamos, qué cosas están sucediendo, cómo están los hospitales, cómo está el personal de la salud. También se habla de las primeras líneas y el cansancio, y los contagios y fallecimientos que sufren.
-¿Por qué la necesidad de hacer un documental sobre la pandemia con toda la información que ya de por sí tienen los ciudadanos?
-Yo creo que hay una cuestión del valor histórico del registro. Nosotros también vamos a tratar de agregarle al documental un planteo hacia el futuro de cuestiones que tienen que ver con la salud en la Argentina, cómo es el sistema de salud, cómo es la sanidad. Y planteando a la pandemia como un hecho coyuntural y trabajar por separado los temas estructurales del país, pensando que la sanidad comienza con el código postal: no es lo mismo nacer en un barrio humilde que en una zona mucho más beneficiada económicamente, donde se tienen otros accesos. Eso empieza a determinar la salud de cada uno. Creemos que el audiovisual tiene un valor histórico. Por eso me parece importante el registro que hizo desde un inicio Manuel Fernández Ceballo. Mientras montábamos, veíamos cómo iba cambiando el humor de la gente, cómo se iba viendo el desgaste, cómo lo que era esperanza, en un primer momento, después empezó a ser fastidio o cansancio, dependiendo del lugar y la función. Lo primero que tiene el especial es un valor histórico que quizás hoy no llegamos a comprender en su totalidad. Después, para nosotros lo importante es llevar adelante un planteo de qué es la salud, y la importancia del sistema de salud argentino. Por ejemplo, hacemos hincapié en lo histórico del sistema de salud que le permite tener una reacción rápida porque también existen las bases. Quizás por ese desarrollo que tuvo el kirchnerismo respecto de la ampliación de los hospitales. También la estructura de los recursos humanos. Tenemos una cantidad de médicos por habitante que es quizá la más alta de Latinoamérica. Hay muchos temas interesantes que pueden explicar la rápida respuesta del Estado.
-El especial muestra los logros pero también los dolores de la gente...
-Nosotros nunca quisimos llegar ni al sensacionalismo ni a golpes bajos. Cuando dejamos de grabar para terminar el especial, pasaron dos semanas y fue aumentando la cantidad de casos. Pero tratamos de reflejar lo que se está viviendo, en general, y lo que vivimos estos seis meses. La realidad es que el sensacionalismo o la crudeza no es importante para nosotros, sino transmitir sentimientos, problemáticas, lo que les pasa a las primeras filas que son las enfermeras, los doctores, el personal de limpieza. Fue transmitir eso y los sentimientos que pueden tener distintas personas o universos de la sociedad. Si bien en 50 minutos es difícil, tratamos de ser lo más representativos posibles.
-¿Cómo fue el rodaje en lugares donde estaban los pacientes con Covid-19?
-Siempre respetando todos los protocolos de bioseguridad. Eso fue al máximo y al extremo. Siempre. Lo cual fue desgastante porque nosotros tal vez hacíamos grabaciones en tres lugares distintos y eso implicaba cambiarse de ropa varias veces. Obviamente, es estresante. Incluso, yo fui Covid positivo en un momento. Estuve quince días sin grabar porque el hisopado me dio resultado positivo. Nosotros tomamos todas las medidas, pero es muy difícil.
-¿Qué reacción esperan del público? ¿Aspiran a que sea un mensaje didáctico, capaz de concientizar?
-Nosotros tratamos de generar reflexión y toma de conciencia. Es a lo que estamos apuntando. Es también explicar un poco que la vida sigue y que quizás hay que seguir atendiendo otras problemáticas. Tomar conciencia y reflexionar es para nosotros lo más importante. Por eso también es la idea sacar un material que para nosotros no está acabado porque seguimos grabando.