Dos hombres de 22 y 28 años fueron acribillados a balazos por la policía de Alcorta hace solo una semana según el testimonio de la hermana de las víctimas y testigo directo del doble homicidio. En diálogo con Rosario/12, Silvana Fernández aseguró que luego de que uno de los policías golpeara a otra de sus hermanas, Nicolás Fernández le disparó al policía Joel Sánchez, y éste respondió con ocho disparos sobre su cuerpo y otro cinco sobre su hermano Mauricio "Boli" Sosa, que ya se había entregado. Finalmente el segundo efectivo lo remató con un tiro en el pecho. La mujer denunció que todo el barrio está amenazado de muerte por la policía.
Silvana tiene 26 años y es hermana de ambas víctimas. El domingo 30 de agosto, sus hermanos Boli Sosa de 28 y Nicolás Fernández de 22, "estaban en un lugar a dos cuadras de mi casa tomando algo al mediodía, a la una de la tarde fueron a la casa de la ex esposa de Nicolás, a quien le iban a llevar el dinero para los hijos". Pero "Boli discutió con un vecino y llamaron a la policía", afirmó la mujer.
Llegó el patrullero con dos efectivos: Joel Sánchez y Jonatan Bermúdez. La discusión había terminado, pero sin embargo, detuvieron a Nicolás Fernández, lo bajan de la moto y lo sujetan en la calle. Silvana intervino entonces para que lo suelten a su hermano. En ese momento, según reconstrucción con testimonios de vecinos que obtuvo Jorge Cadus, periodista de Alcorta, Joel Sánchez amenazó a Boli: "Me tenés podrido, te voy a meter un tiro. A mí no me cuesta nada". A lo que Mauricio le respondió: "Joel, si me llevás, yo hablo, vos sabés que si yo caigo, vos también caés…".
La propia Silvana Fernández confirmó ante este diario el diálogo entre Boli y el policía, que se conocían desde hacía mucho porque el primero había estado detenido tres años en Villa Constitución, donde trabajó un tiempo el uniformado Sánchez. En ese momento se produjo otro tumulto entre el policía y Sosa. Hay testimonios que dicen que allí hubo un disparo del policía Sánchez. El mismo efectivo le pidió entonces a ambas hermanas ,Teresa y Silvana, que llevaran a los dos hombres a su casa. Los hermanos se dirigieron hacia allí, y la patrulla los siguió.
Silvana relata que "los policías entraron a la casa de mi hermano sin orden de allanamiento ni nada, sin pedir refuerzos ni nada. Los policías le pedían a Nicolás que se entregara mientras Bermúdez lo golpeaba muy mal a Mauricio, ya dentro de la casa, hasta que mi hermano pide que le dejara de pegar que se entregaba. En ese forcejeo, se cae la escopeta del policía y la gorra de Joel Sánchez y también las esposas. Nicolás zafa, se suelta y Mauricio queda retenido en el patio con Bermúdez. Cuando Mauricio dejo de forcejear, mi hermana Teresa se pone delante del policía Sánchez y le pide a Nicolás que se tranquilice, que vaya a la comisaría. Pero el policía Joel Sánchez le pega a mi hermana Teresa y la tumba y mi hermano Nicolás sin dudarlo cargó la escopeta grande, y le dijo al policía Sánchez 'vos no la tocas más a mi hermana' y le disparó en la cara".
El policía tambaleó, se agarró de una media sombra, y le pidió al otro policía que lo llevara al hospital. "Entonces Nicolás se acerca con el arma que ya había disparado y le dice a Bermúdez 'soltá a mi hermano porque te vuelo las pelotas'". "Sánchez saca su arma de la cintura y le dispara ocho tiros a Nicolás que lo deja muerto en el instante. Sin dudarlo también le dispara a Mauricio cinco tiros y cuando cae al piso el policía Bermúdez lo da vuelta con la cachiporra y le dispara un tiro en el pecho para rematarlo. Y se suben al patrullero y se van".
El relato digno de un escena de Quentin Tarantino, ya está en manos de la fiscal Analía Saravalli de Villa Constitución. También la Agencia de Control Policial tiene intervención en el hecho.
La ambulancia nunca llegó a casa de los Fernández. Una hora y media después, Bomberos y vecinos cargan los cuerpos y los trasladan al SamCo. De allí, al Instituto Médico Legal de Rosario para las autopsias correspondientes. El Gabinete Criminalístico de la Agencia de Investigación Criminal se encargó del relevamiento de la escena, toma de testimonios y levantamiento de rastros.
Silvana, la testigo del hecho, insiste: "Todo esto estuvo armado porque se metieron en la casa de mi hermano sin pedir refuerzo, sin orden de allanamiento, después de pedirnos que nos los lleváramos del lugar". Y que las amenazas no son solo rumores: cuando llegaron al hospital de Alcorta para pedir auxilio se encontró con el policía Bermúdez: "Me dijo que me fuera porque nos iba a matar como lo había matado a mi hermano Mauricio".
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