La Policía de Santa Fe extravió más de 500 armas en apenas cinco años. La estadística, aportada por el Registro Provincial de Armas (REPAR) fue calculada desde 2014 a noviembre de 2019 y es una de las razones por las cuales el ministro de Seguridad Marcelo Sain considera que es necesaria la creación de una Agencia Provincial de Prevención de la Violencia con Armas de Fuego. La propuesta está dentro de uno de los proyectos de reforma policial que el criminólogo ya culminó y derivó al gobernador Omar Perotti. Ahora es el rafaelino quien tiene que resolver cuándo deriva el paquete de iniciativas a la Legislatura. Como explicó Rosario/12, el ministro prefiere que ingrese por Diputados, pese a la mayoría que el Frente Progresista ostenta en dicha cámara.

En un paper del proyecto de Ley de Seguridad Pública, al que accedió este medio, Sain pondera la gran cantidad de armas pertenecientes a la institución policial, más de 500 en los últimos seis años, que fueron sustraídas o extraviadas: 91 armas (87 de puño, 4 largas) en 2014; 121 (115 de puño, 6 largas) en 2015; 102 (88/14) en 2016; 74 (73/1) en 2017; 63 (60/3) en 2018; y 51 (41/10) entre enero y noviembre de 2019. El total es de 502 y el informe no contiene los números de lo que ocurrió en 2020 desde que el peronismo volvió a gobernar la provincia y Sain asumió al frente de Seguridad.

Son dos factores que justifican la propuesta de creación de la agencia, según explica el Ministerio de Seguridad. Por un lado, la “deficiencia institucional existente”, ya que la provincia no cuenta con un dispositivo que permita abordar de forma integral un problema evidente que debe ser atendido: la violencia con armas de fuego. Por el otro, la magnitud del problema de la violencia con armas de fuego, considerando, por ejemplo, que entre 2014 y 2019 cerca de siete de cada diez homicidios registrados en Santa Fe se produjeron utilizando armas de fuego.

Otra evidencia de los problemas de control de las armas institucionales en la provincia está dada por las “incongruencias” existentes en relación a la cantidad de armas, según los datos de las distintas fuentes de información que tributan al Ministerio. El llamado Departamento de Logística de la Policía provincial registra un total de 18.772 armas cortas y largas asignadas, mientras que, según lo informado por cada una de las Unidades Regionales y policías especiales, se contabiliza un total de 17.455 armas cortas y largas asignadas en dichas dependencias. En términos globales, se aprecia una diferencia entre fuentes de 1.317 armas cortas y largas asignadas.

Para Sain, la “inconsistencia estadística en sí misma” es otro indicador que muestra la “falta de capacidad” de control estatal en relación a uno de los elementos más críticos, las armas, utilizados en la actividad policial en la provincia. “No solo no se puede responder de forma conclusiva a la pregunta de cuántos policías tenemos, sino que tampoco cuántas armas hay”, reza el documento y agrega, en otro tramo: “Una de las fuentes fundamentales de armas transferidas al mercado ilegal y usadas para cometer delitos provienen de los depósitos judiciales o de los arsenales de la policía o que se encuentran bajo su custodia. Los controles existentes al respecto son deficientes y no impiden que desde esos depósitos y arsenales se provea al mercado ilegal de armas de fuego usadas en delitos”.

 

Tres son los proyectos que confeccionaron Sain y su equipo: el de ley del Sistema Policial, de 151 carillas, el de Seguridad Pública, de 91 páginas, y el de Control del Sistema Policial, de 50 carillas. Ya se encuentran en las manos de Perotti, que tiene que enviarlos a la Legislatura. Una fuente muy cercana al mandatario le confió a este medio que el envío “está al caer”.