Son de público conocimiento los diferentes ataques que he recibido a lo largo de los años por ser actriz y conductora travesti. Todos ellos, frutos de una televisión machista, binaria y patriarcal. Si bien en la actualidad los actos de violencia, misóginos, xenófobos y discriminatorios se condenan de manera inmediata, se siguen replicando sin cesar en nuestra querida televisión.
El tema de hace algunos días fue el “chiste” de Nacha Guevara a Laura Fernández. No me sorprende, la verdad, porque todo tipo de situaciones desubicadas siguen ocurriendo en la televisión. Son numerosas las patinadas que conté solamente en esta cuarentena. Me podría quedar toda la columna hablando del tema y hacer leña del árbol caído, buscar sangre, como hicieron toda la semana. Pero no, ¿les propongo algo?
En lugar de cuestionar el comentario fuera de lugar de Nacha, ¿por qué no nos ponemos a pensar qué es lo que estamos necesitando como sociedad? ¿Qué cambios precisan los medios de comunicación?
Ahí debería estar la verdadera polémica: los medios de comunicación y la necesidad urgente de implementar medidas que acompañen el crecimiento de nuestra sociedad. No entiendo por qué aún no trabajamos con un manual de perspectiva de género. Debería ser obligatorio hoy en la tele para todos, todas y todes. Y además para los medios gráficos y de internet, porque también sucede lo mismo.
Les confieso que es cansador tener que estar señalando desde las redes todo el tiempo como maestras Siruela que eso que están diciendo, ¡está mal! Yo admiro a mi querida compañera y amiga Lenny Cáceres, periodista y feminista pampeana, que trabaja incansablemente comunicando y exponiendo los mensajes misóginos y de odio hacia el colectivo LGBTIQ, algo que lamentablemente sigue abundando en los medios de comunicación.
La comunicación genera cultura y muchas personas desde la comunicación siguen sosteniendo estos estereotipos binarios y patriarcales que lo único que logran es aumentar la violencia y fomentar la desigualdad.
Esto es muy profundo y como siempre todos los caminos nos llevan al mismo lugar: el patriarcado, la raíz de todo. Esa fabrica de femicidas, travesticidas, transfemicidas.
También estoy notando mucho discurso de igualdad y feminismo de la boca para afuera. Personajes que trabajan de “feministas”, pero a la hora de aplicarlo fijar una posición, miran a otro lado. Falsas feministas.
Dice Emilce Torres: “Respecto a la lucha que llevan adelante actualmente las mujeres en contra del sistema, si estamos exigiendo ocupar lugares de decisión en lo político, en lo social, en lo gremial, debemos demostrar que podemos, que estamos preparadas, que somos responsables, ya que las políticas siguen siendo ejecutadas por los varones, nosotras buscamos romper con lo machista de las estructuras.”
¡Basta! No hay que demostrar nada, más bien hay que ir y apropiarse porque entiendo que la forma de fragmentar el machismo patriarcal no es tirando piedras contra el muro de los hombres poderosos. Todo lo contrario. Lo mejor es ignorarlos y fortalecernos entre nosotres. Desactivar para siempre esos conceptos horribles que nos atrasan. Hoy en los medios televisivos, gráficos e internet sigue habiendo violencia machista, chistes machistas, roles y estereotipos de género, lenguaje sexista, y medios y comunicadores sin perspectiva de género.
Necesitamos, como sociedad, políticas públicas con perspectiva de género serias, políticas públicas feministas, hay que retomar la bandera del feminismo, la bandera de los derechos de las personas, la bandera de los derechos humanos.
A nuestrxs políticos, políticas y politiques les pido encarecidamente, pónganse a trabajar en políticas de prevención porque nos siguen matando mientras ustedes fingen que les importa.