Centenares de vecinos indignados se concentraron frente a la comisaría de Francisco Alvarez, en el partido de Moreno, para reclamar justicia por el femicidio de Ludmila Pretti, de 14 años, que estaba desaparecida desde la mañana del domingo y apareció muerta en una casa ubicada a cuatro cuadras de su domicilio. “El sospechoso del asesinato de mi hija estuvo acá, frente a la comisaría, y se les escapó con la excusa de que iba a buscar su DNI”, denunció Leandro Pretti, padre de la víctima. El prófugo fue identificado como Cristian Adrián Jerez, de 19 años, en cuya casa fue hallado el cuerpo.
“Jerez estuvo cara a cara conmigo, salió de la comisaría para buscar el documento, pero se tiró del auto en el que iba y ahora no lo encuentran”, declaró el padre de Ludmila, quien señaló que “son los vecinos los que lo están buscando porque la policía no hace nada”. La concentración se hizo en la plaza Libertad, de Francisco Avarez, frente a la comisaría local.
Los manifestantes quemaron gomas y otros elementos, para cortar el tránsito por las avenidas General San Martín y Nemesio Alvarez, la ruta 5 e incluso parte de las vías del Ferrocarril Sarmiento, las cuatro principales vías de circulación que rodean a la sede policial.
“La justicia fue muy lenta, cuando mi hija estaba a cuatro cuadras de su casa”, en la que vivía con su mamá “que está destrozada por lo sucedido”, dijo el hombre, que se estuvo en la comisaría y luego participó de la protesta. La joven había concurrido a la casa de Jerez junto con un amigo de ella, de nombre Joel, primo del joven que está prófugo, y con otra amiga. La reunión se hizo en la casa que Jerez le alquila a un tío suyo.
El cuerpo de Ludmila fue hallado en la casa donde vive Jerez, en la calle Diario La Nación 4039, del barrio Villa Escobar, debajo de una cama, tapado con dos colchones. El cuerpo estaba semidesnudo, con signos de que la víctima se había defendido de un intento de abuso sexual. El informe preliminar de los forenses dice que la adolescente fue ahorcada con una pashmina que llevaba anudada al cuello.
El crimen ocurrió entre las 6 de la mañana y las 12 del mediodía del domingo. Algunos testigos dijeron que vieron a Ludmila salir de la casa cerca de las 7 de la mañana, pero que minutos después volvió a entrar. Durante la manifestación, algunos vecinos dijeron que cerca de esa hora escucharon gritos que partían desde el interior de la casa, que hubo denuncias a la policía, pero que “nadie fue a ver qué había pasado”.
La hipótesis de los investigadores es que “a la chica la intentaron abusar, que ella se resistió y la ahorcaron". Ahora se aguardan los resultados de una ampliación del informe forense, para ajustar la información disponible. El cuerpo fue hallado en la casa gracias a la intervención de un tío de la víctima, que es policía, quien utilizó una aplicación para lograr la geolocalización del celular de la víctima, que seguía indicando como destino la casa de Jerez.
Durante la tarde del domingo, el propio Jerez estuvo en contacto con la familia de la adolescente. Les dijo que ella se había ido de su casa, pero su versión fue desvirtuada por la intervención personal del tío policía. El sospechoso incluso se mostró preocupado por la desaparición de la chica. Lo que no se explica es por qué no fue retenido en la comisaría local. No está claro si estuvo en la sede policial antes o después del hallazgo del cuerpo de Ludmila en su casa.
“El que se fugó, estuvo hablando conmigo, me vio a la cara, dijo que iba a buscar el documento y no volvió nunca más, no lo tendrían que haber dejado salir”, afirmó Leandro, el padre de Ludmila, al portal de noticias Semanario Actualidad. Las fuentes judiciales dijeron a Telam que la denuncia sobre la desaparición de Ludmila se hizo recién a las ocho de la noche del domingo. El padre, en cambio, dijo que la hicieron antes, pero que “nos dijeron que había que esperar varias horas antes de buscarla”. Por esa razón fue que criticó “la lentitud de la justicia para empezar a actuar en estos casos”.
En la causa interviene el fiscal Federico Soñora, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 de Moreno, quien ordenó el allanamiento en la casa de la calle Diario La Nación. Jerez, que había sido llevado a la comisaría para declarar, todavía como testigo, pidió ir a buscar su documento, en el auto de un tío suyo, el dueño de la casa que él alquila. A mitad de camino, según su tío, el joven abrió la puerta del vehículo, saltó a la calle y se dio a la fuga.
“Se lo llevó el tío y supuestamente se le tiró del auto, pero quiero ver las cámaras. Está por la zona, no se va a ir, es un tipo que no dispone de plata, es un muerto de hambre. Yo hasta no llegar a esta persona no voy a parar. Que se haga justicia”, dijo el padre de Ludmila.
La familia de la víctima denunció que luego de la fuga, Jerez subió un mensaje a sus redes sociales que lo ubicaba en la localidad bonaerense de Gregorio de Laferrere, partido de La Matanza, donde viviría una hermana del joven. Con posterioridad se dijo que lo habían visto en Moreno. La búsqueda del sospechoso está a cargo de personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Moreno-General Rodríguez.
La movilización frente a la comisaría, hizo que se hiciera presente en el lugar personal de cuerpo de infantería de la Policìa local. Los vecinos, además de exhibir pancartas y gritar consignas pidiendo “justicia por Ludmila”, denunciaron la existencia de “muchos casos de abusos sexuales y violencia de género” en el partido de Moreno. “Esto no se termina más, no paran de matarnos, una no puede salir tranquila a la calle porque estos asesinos están como si nada, sueltos, y ahora se dan a la fuga y no sé lo que está haciendo la Policía", dijo una de las manifestantes frente a las cámaras de la televisión local y nacional.