Con más de diez mil casos diarios de covid-19 confirmados en la última semana, el fútbol puede esperar. Al menos esa parece ser la tendencia que se viene manejando entre la AFA y la Liga Profesional para postergar el reinicio de la actividad, que estaba estipulado para el 25 de septiembre de este mes y se demoraría hasta mediados de octubre, siempre de acuerdo con la evolución de la pandemia de coronavirus.
"Estamos pendientes de una charla que debe mantener el presidente de AFA, Claudio Tapia, con el ministro de Salud, Ginés González García", anunció este lunes el presidente de Argentinos Juniors, Cristian Malaspina en diálogo con Radio Colonia, donde agregó que la vuelta del "fútbol televisado podría servir para que la gente se quede más en su casa y se entretenga". La reunión se llevaría a cabo este martes.
Claro que la decisión de poner una fecha para el comienzo de la primera Liga Profesional siempre corre detrás de lo que opinen, decidan y avalen las autoridades sanitarias nacionales, por lo que el aumento de contagiados de covid-19 en todo el país hace que las fechas estimativas se vayan corriendo conforme pasa el tiempo.
Mientras tanto, a contramano y obligados por la decisión de la Conmebol de reanudar la Copa Libertadores, cinco equipos argentinos retomarán la competencia el 17 de septiembre; algunos de ellos, como Boca, con una gran cantidad de contagiados en su plantel. De restablecerse ciertas restricciones a nivel nacional para contener el avance de la pandemia, surgirían complicaciones para entrar y salir del país a los equipos que deben disputar el certamen. De ser así, los dirigentes quedarán en aprietos ante la Conmebol, cuyas autoridades se han mostrado muy reacias a ceder ante las necesidades del fútbol argentino.