El 2 de abril de 1997 comenzó una de las protestas emblemáticas de los años del menemismo: frente al Congreso Nacional se montó la Carpa Blanca, una original idea de los docentes nucleados en Ctera para reclamar por mayor presupuesto y la paritaria nacional, algo que había socavado la Ley Federal de Educación, que provincializó las escuelas de todo el país.
Marta Maffei, Hugo Yasky, Francisco "Tito" Nenna, Eduardo López, Alejandro Demichelis fueron algunos de los cientos de maestros que se plegaron a las rondas rotativas de ayuno. El cartelito “Docente argentino ayunando” se trasnformó en un símbolo. La protesta ganó la simpatía de amplias franjas de la sociedad y de los partidos de la oposición.
Los actos por el Día del Maestro comenzaron a tener epicentro en la carpa, mientras el gobierno de Carlos Menem hacía oídos sordos al reclamo, con Susana Decibe en el ministerio de Educación que batallaba con la oposición tajante de roque Fernández a destinar más fondos a la educación. León Gieco, Luis Alberto Spinetta, Mercedes Sosa, Diego Maradona, Ernesto Sabato, Alfredo Alcón, Joan Manuel Serrat, Imanol Arias, jugadores de la Selección que organizaron un picado allí, se contaron entre los famosos que se solidarizaron.
A fines de 1997, cumplidos más de ocho meses de protesta, María Elena Walsh publicó una nota de opinión en La Nación. El título “La carpa también debe tomarse vacaciones” lo decía todo: instaba a levantar la protesta. Los maestros se sintieron dolidos y siguieron dos años más.
El 30 de diciembre de 1999, a la noche, se desmontó la Carpa Blanca. Hacía tres semanas que había asumido Fernando de la Rúa. El gobierno de la Alianza incluyó en el Presupuesto del año 2000 los fondos reclamados, una de las pocas --sino la única-- promesa electoral que cumplió. En medio de aplausos se puso fin a la protesta. Habían pasado 1003 días.
Así las cosas, habría que esperar al gobierno de Néstor Kirchner para que la Ley de Financiamiento educativo garantizara un 6 por ciento del PBI en el presupuesto del área.