El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, mostró en una charla pública con políticos y universitarios un decálogo de “ejes y consensos”, que dan señales concretas de la faceta industrial del modelo económico del gobierno de Alberto Fernández.
En una jornada organizada por la Universidad de San Martin (Unsam), el funcionario planteó que “la salida no es sólo la recuperación de los niveles de actividad, sino también cómo recuperar una agenda de desarrollo. Que permita no solo mirar el 2021, sino hacerlo por varios años y hacia adelante”.
Luego de aclarar que “no hay un día que marque la salida de la pandemia”, la recuperación sectorial es “heterogénea y hay actividades que van a ser las últimas en recuperarse, como el turismo, la gastronomía, la cultura”. En esa línea, consideró que “el problema del país, como algunos dicen por ahí, no son los 70 años de peronismo, sino que en los últimos 70 años no hubo continuidad ni estabilidad política y económica”.
Así, enumeró que para que el país salga en un sendero de desarrollo, hay que pensar en un plan “para 10 o 15 años”. El primer punto del decálogo de Kulfas, que según el ministro debe darse en el marco de un acuerdo económico y social, fue la necesidad de exportar más. Este apartado muestra un cambio de modelo, del mercado internismo del último kirchnerismo a uno mixto.
Naturalmente, en un contexto diferente con muchas restricciones y un mundo en pandemia. Este punto se vincula con el número tres, reflejado por el ministro al señalar que “mercado interno versus mercado externo es una falsa antinomia”.
El punto dos del decálogo es que “ningún productivo sobra: todos son importantes”. El Gobierno busca salir de la lógica imperante en la era de Mauricio Macri, donde buena parte de los rubros industriales convencionales, como textiles y calzado, con fuerte peso en el empleo, fueron tildados de no competitivos.
“No hay futuro sin políticas productivas (…) y ninguna política productiva será sustentable si no piensa la dimensión ambiental”, siguió Kulfas al enumerar los ejes cuatro y cinco. El sexto ítem, que “una macroeconomía estable ayuda al desarrollo productivo”. Este punto es relevante y es una máxima dentro de Desarrollo Productivo, que además se comparte en la visión del ministro de Economía, Martín Guzmán.
“Si no mejoramos la productividad, no bajaremos ni la pobreza ni la desigualdad”, reflejó Kulfas en su enumeración del punto siete del decálogo. El octavo tiene que ver con la inclusión, al mencionar que “una buena política productiva debe reducir las brechas de género.
Los últimos dos puntos también reflejan algunas señales de por dónde irá el modelo general de Fernández. “La apertura comercial no es un fin en sí mismo, sino una herramienta que debe ser utilizada de manera inteligente (…) y toda política de desarrollo productivo debe ser una política de desarrollo regional”, expresó el funcionario en la jornada de Unsam.
El Gobierno observa, en este sentido, que deberá seguir protegiendo a algunos sectores estratégicos y para el resto acompañará con gestiones internacionales de negocios que no distinguirán países con políticas afines o ideológicamente similares. Todo esto, considerando que Argentina está enmarcada en un contexto regional con determinadas particularidades políticas y económicas que no se pueden desatender.