Las conversaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE) volvieron a estancarse luego de que Londres admitiera que está dispuesta a violar el derecho internacional para alterar compromisos ya adquiridos. El primer ministro Boris Johnson impulsa un proyecto sobre el mercado interno que afectaría las normas aduaneras y comerciales de Irlanda del Norte dispuestas tras la firma del Brexit. De concretarse, la medida anularía lo negociado con Bruselas para la históricamente convulsionada frontera con la República de Irlanda.
El problema de la frontera entre la región británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda estuvo a punto de hacer descarrilar el pacto de salida de la UE que se alcanzó, después de intensos debates, en octubre del año pasado. Boris Johnson firmó el tratado con Bruselas después de años de conversaciones en los que la cuestión parecía irresoluble. Ahora, sin embargo, quiere revisar el funcionamiento de los mecanismos acordados a través de una ley de mercado interno. La nueva legislación dejaría en el aire la supresión de los controles de mercancías en el paso de Gran Bretaña a Irlanda del Norte.
Según el ministro británico para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, que compareció el martes ante la Cámara de los Comunes, el gobierno solo pretende crear "una red de seguridad" en caso de que fracasen las negociaciones entre Londres y Bruselas. Interrogado sobre si estos cambios supondrían un incumplimiento de las obligaciones internacionales por parte de Reino Unido, el ministro asintió. "Incumple el derecho internacional de una manera muy específica y limitada", argumentó.
El partido laborista criticó al gobierno por su intención de modificar el acuerdo del Brexit y dijo que los ciudadanos británicos y los socios internacionales del país "no podrán confiar" si se incumplen las obligaciones. "¿Cómo puede el gobierno asegurar a los futuros socios internacionales que se puede confiar en que el Reino Unido cumplirá con las obligaciones legales de los acuerdos que firma?", cuestionó por su parte la exprimera ministra, Theresa May.
En tanto, el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, le advirtió al Reino Unido que sufrirá "graves consecuencias" si intenta "socavar" el acuerdo sobre su retirada de la UE. "Esperamos que el Reino Unido respete los compromisos que negoció y firmó el año pasado, especialmente, en lo referente a los derechos de los ciudadanos de Irlanda del Norte", remarcó el presidente de la Eurocámara.