Los precios de los alquileres registraron una fuerte suba. Sólo en los últimos 3 meses aumentaron 19,2 por ciento, en simultáneo con la sanción de la nueva ley de alquileres, en julio pasado. En lo que va de 2020, acumulan una suba del 37,6 por ciento, contra una inflación del 18,2 por ciento (según Indec y el REM). En términos interanuales, el incremento fue del 56 por ciento, el mayor desde 2012. Así se desprende de un informe realizado por el portal de búsquedas Zonaprop.
En septiembre, un departamento medio de dos ambientes de 50 metros cuadrados en la Ciudad de Buenos Aires se ubicó en 26.137 pesos por mes, un 6,5 por ciento más que el mes antrerior. Los precios más altos se ubican en Puerto Madero, Palermo y Nuñez y los más bajos en Mataderos, Villa Luro y Lugano.
Las mayores subas en el último año y en el último mes se dieron en el corredor norte, como es habitual (53,8 por ciento anual y 6,8 por ciento mensual). Sin embargo, en el último mes se dieron fuertes subas en zonas donde no suele haber incrementos tan altos: el sureste (10 por ciento), el oeste (8,8 por ciento) y el corredor noroeste (8,2 por ciento).
Motivos
El consultor inmobiliario Daniel Bryn explicó a este diario que hay cuatro motivos que podrían explicar estas subas. Por un lado, la nueva ley de alquileres, que cambió la forma de actualización. El propietario o la inmobiliaria dejará de percibir un aumento en los próximos 6 meses y pasará a obtenerlo dentro de un año. En los anteriores contratos, se establecían los aumentos semestrales de acuerdo a lo que el locador estimaba que sería la inflación de los próximos meses. Ahora, la actualización será de acuerdo a lo que establezca un índice que publica el Banco Central, basado mitad por inflación y la otra mitad por variación salarial.
“Hay incertidumbre de cómo va a funcionar el índice, la variación salarial se va a actualizar por el Ripte, que nadie sabe muy bien cómo se calcula”, aseguró Bryn. Además, anticipó que esto podría cambiar “cuando pase el primer año y observen que el cálculo es razonable y las reglas son claras”. Otro motivo es el traslado al precio del alquiler de ciertos ítems que la ley prevé que el locador debe hacerse cargo, como el ABL.
En tercer lugar, Bryn observa una mayor demanda, debido a varios meses en los que no hubo mudanzas, la incertidumbre del decreto 320, las familias buscando mudarse a lugares más amplios debido al teletrabajo y, la baja en los costos para acceder a un departamento. Con la nueva ley, sólo debe desembolsarse el valor del alquiler y el depósito, equivalente a un mes de alquiler. Y mientras crece la demanda, el mercado observa una retracción de la oferta, entre quienes optan por dejar el departamento vacío o quienes lo ponen en venta.
De todos modos, cabe aclarar que existe el costo de oportunidad de tener un departamento vacío, con gastos como las expensas y las facturas de agua, luz y gas. Además, quienes eligen poner a la venta una propiedad se encuentran con un parate en el mercado inmobiliario: se venden tan sólo 500 departamentos por mes, la caída lleva 26 meses, y hay récord de publicaciones de departamentos. Los precios acumulan una baja del 3,8 por ciento en lo que va de 2020, según Zonaprop.
Por su parte, Gervasio Muñoz, presidente de la Federación de Inquilinos Nacional, calificó a la fuerte suba como un “golpe de mercado”. “Buscan que nos resignemos y no peleemos más por ampliar nuestros derechos”, dijo a este diario. “En estos momento queda claro que el acceso a la vivienda tiene que estar regulado porque las consecuencias, sino, serán gravísimas”, aseguró. Además, agregó que los inquilinos buscarán que haya una definición sobre el futuro del decreto 320, luego de que el presidente Alberto Fernández dijera en una entrevista que analizan extenderlo.