Con el objetivo de asistir a personas de riesgo y a familias de bajos recursos en el contexto de la pandemia de coronavirus, la Universidad Nacional de Lanús (UNLa) puso en marcha un voluntariado que fue declarado de interés legislativo por la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires. El equipo asiste a vecinos de barrios aledaños a la Universidad y se encarga de entregarles alimentos y productos de higiene.
Con más de 140 participantes, el voluntariado tiene el fin de facilitar el cumplimiento de la cuarentena por la pandemia y colaborar con las familias que se encuentran aisladas en los barrios más vulnerables del sur del conurbano, según sostuvo Ignacio Kuppe, quien integra la secretaría de Cooperación y Servicio Público de la UNLa, de la cual depende el voluntariado.
“La UNLa se autodefine como una universidad urbana comprometida que busca resolver los problemas de la comunidad”, detalló el docente, quien aseguró que esa fue la base que los ayudó a pensar cómo podían colaborar con la población en este contexto.
Kuppe explicó que la articulación con las familias surgió desde el Consejo Social Comunitario, integrado por organizaciones del municipio de Lanús, estudiantes, docentes y no docentes de la Universidad, que se interesaron en brindar condiciones óptimas para llevar adelante el aislamiento social preventivo y obligatorio.
En primera instancia, el voluntariado se orientó a prestar ayuda a personas mayores y de riesgo, que debían mantener el aislamiento. Pero la situación de emergencia continuó y la ayuda se extendió hacia los comedores de las escuelas, ya que “el Servicio Alimentario Escolar del municipio no estaba dando abasto”, según manifestó el docente. Por último, y en concordancia con el fortalecimiento de las medidas de prevención por la pandemia, desde el voluntariado agregaron la donación de artículos de higiene para las distintas familias asistidas.
Por otro lado, desde la Secretaría de Cooperación y Servicio Público impulsaron una iniciativa para juntar una suma de dinero que ayudara a equipar con elementos sanitarios al Hospital General Agudos Doctor Arturo Melo.
El voluntariado es sustentado por sus colaboradores que, una vez por semana, recorren los barrios para alcanzar los productos que necesitan las familias. En ese sentido, Kuppe expresó que en la medida que puedan sostenerlo, van a “seguir trabajando para ayudar, porque gran parte del trabajo del voluntariado se realiza por la iniciativa y la solidaridad de las personas que lo integran”.
Según advirtió, el equipo seguirá prestando asistencia a las más de 100 familias, pero expresó que el “deseo es no tener la necesidad de repartir alimentos, porque eso habla de un grado de vulnerabilidad muy grave para la sociedad”.
El docente también resaltó el rol de los medios de comunicación frente a la crisis que provocó la pandemia y reflexionó sobre la necesidad de profundizar en las historias de lucha de las personas contagiadas o de quienes mueren por COVID-19 y lo que eso provoca en familias necesitadas como las que asiste el voluntariado.
Por último, destacó que cada familia a la que asisten “se siente muy agradecida y acompañada lo que es un orgullo” ya que –agregó- “la situación socioeconómica no era la mejor y esto la empeoró para las familias más necesitadas”.
La iniciativa de declarar al voluntariado de interés legislativo fue impulsada por el diputado provincial Juan Miguel Gómez Parodi del Frente de Todos, quien consideró al programa como "indispensable para la comunidad" en el contexto de la emergencia sanitaria.