La Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR) reacondicionó las instalaciones de su laboratorio para analizar muestras de posibles casos de COVID-19 del distrito y alrededores. La inversión del equipamiento fue por parte de la institución, que cuenta con la capacidad de realizar hasta 200 testeos por día.
Los equipos adquiridos fueron un termociclador real time, microcentrífugas especiales, cabinas de bioseguridad y otros elementos necesarios para poder realizar las pruebas. La base de datos y resultados están articulados con los gobiernos nacional, provincial y municipal.
El secretario de Políticas Universitarias y rector en uso de licencia de la UNAHUR, Jaime Perczyk, detalló que el laboratorio actualmente funciona con trabajadores, investigadores y alumnos que fueron becados desde la misma universidad. “Los estudiantes y la comunidad entera apoya y está atenta en poder apoyar al Estado en esta pelea”, resaltó.
Además, el secretario enfatizó en diálogo con el suplemento: “La universidad existe porque hay una sociedad, y entonces es fundamental involucrarse, en aportar soluciones a los problemas que hay. Para la UNAHUR es doctrinario y constitutivo realizar estas acciones, es parte de nosotros”.
Por su parte, la directora del Profesorado Universitario de Biología y directora de laboratorios de la UNAHUR, Adriana Fernández Souto, explicó que la decisión fue tomada para aliviar la alta demanda de análisis, y relató que en el laboratorio trabajan "12 horas por día y no paran de llegar muestras”.
“Cuando te llegan las muestras sabés que hay una persona del otro lado esperando el resultado. Cuando ves las muestras y dejan de ser números en la tele y empiezan a ser historias clínicas es más complejo. Trabajamos muchas horas e intentamos responder a esta necesidad, pero estamos contentos por aportar algo a este momento”, resaltó.
La científica explicó que en la dinámica de trabajo diario optaron por formar dos equipos que trabajan tres días por tres de descanso, como precaución de no superponerse y minimizar el riesgo de contagio. “Es más posible que alguien se contagie en el supermercado que acá. Hay muchas medidas de seguridad”, consideró.
En tanto, precisó que en el laboratorio trabajan docentes e investigadores de la universidad que decidieron sumarse a la propuesta de realizar los test.
En cuanto a la compra de nuevos equipos, Souto reconoció que fue un tema complejo porque todo el mundo los está adquiriendo y los del país ya se vendieron todos. Todo lo comprado e invertido quedará en la universidad para la enseñanza y formación de nuevos científicos en el país.