Las imágenes del cielo californiano que circularon este miércoles parecen sacadas con un filtro fotográfico. Para preocupación de los vecinos de San Francisco, que apreciaron el fenómeno en vivo y en directo, se trata en cambio de un efecto de los incendios forestales en Estados Unidos, que ya han devorado más de 800 mil hectáreas.
Este miércoles 9 de septiembre, San Francisco se tiñó de naranja. Las imágenes, en las que también se puede ver una gran cantidad de humo que enturbia la visibilidad, enseguida comenzaron a circular por las redes sociales.
Según explicaron los meteorólogos, fueron las altas temperaturas y el viento los factores determinantes para que el intenso humo provocado por los 28 focos de incendio activos en California se trasladara hacia la bahía de San Francisco.
"Las columnas de humo extremadamente densas y altas de numerosos incendios forestales grandes, algunos de los cuales han estado generando nubes nocturnas de pirocumulunimbus ('tormentas eléctricas de fuego), están bloqueando casi por completo el sol en algunas partes del norte de California esta mañana", escribió en Twitter el científico climático de la Universidad de California (UCLA) Daniel Swain.
Los vientos "están empujando el humo desde el norte, donde se desencadenan múltiples incendios forestales, hacia el sur y hacia el Área de la Bahía", explicó en el mismo sentido Jan Null, meteorólogo que dirige el servicio de pronóstico privado Golden Gate Weather Services.
"Los vientos del norte están trayendo mucho humo de Oregon", aseguró Null. La gobernadora de Oregón, Kate Brown, declaró el martes una emergencia en todo el estado, ya que los incendios crecieron rápidamente en los condados de Marion, Lane, Jackson, Coos, Lincoln, Washington y Clackamas.
En algunos lugares del este de San Francisco, donde el aire cubierto de hollín llegó al suelo, "informaron una cantidad significativa de cenizas, casi hasta el punto en que parecía una nevada de moderada a fuerte", dijo Roger Gass, del Servicio Meteorológico Nacional.
En el resto de la bahía, en cambio, el humo era alto en la atmósfera y la calidad del aire variaba de buena a moderada en el suelo.