Sirenas policiales durante el día, bombos en la noche y una choriceada
monumental, fueron las formas que adquirió la protesta de la Policía de Lanús,
que se sumó a las que vienen ocurriendo en otros lugares del conurbano
bonaerense. En pleno centro, sobre la avenida Yrigoyen –a la que casi todo el
mundo sigue llamando Pavón–, policías con uniforme y de civil, hombres y
mujeres, cortaron la mitad de la calzada desde la mañana del martes, lo que
provocó un caos en el tránsito, el desvío de las líneas de colectivo y una
concentración de personas que rompe las normas establecidas para el aislamiento
social por la pandemia.
Desde que empezó la cuarentena, el Bingo Lanús, en Yrigoyen 4450, se ha convertido en un lugar de referencia, de encuentro, para ventas formales e informales, e incluso para citas amorosas o laborales pactadas online. Desde el martes por la mañana, el área ha sido copada por manifestantes vestidos en su mayoría con el reglamentario uniforme azul. La avenida, que a esa altura está a metros de la estación de la Línea Roca, sigue cortada por más de veinte patrulleros y decenas de motos policiales.
Cerca del mediodía, en ese tramo de la avenida, el humo que tapaba en parte la visión y el aroma que despedían centenares de chorizos alineados prolijamente sobre dos enormes parrillas, daban todo el aspecto de un picnic dominguero.
Vecinos que viven en edificios ubicados sobre las calles Juan Piñeiro y Sitio de Montevideo, que cortan Yrigoyen a esa altura, daban cuenta de una noche “movida”, la del martes al miércoles. Los bombos en manos policiales, sonaron incluso más fuerte y por más tiempo que en mayo de 2016, cuando el Club Atlético Lanús se consagró campeón del fútbol argentino. “No me dejaron dormir. ¿Te das cuenta? Y después nos quejamos de los pibes que salían a la madrugada de los boliches”. Las que protestaban, con cara de mal dormidas, eran dos mujeres paradas en la esquina de la pizzería Las Palmas, mientras recordaban la nocturna batucada policial.
“Nos vamos a quedar acá hasta que nos escuchen”, dijo uno de los policías concentrados frente al Bingo, al ser consultado por un comerciante de la zona. “Que nos sancionen, ya no nos importa nada”, agregó otro manifestante, cuya frase fue acompañada con gestos de aprobación de sus compañeros y compañeras de la fuerza. Un vocero de los uniformados, ante una consulta de este diario, admitió que si bien había “algunos familiares” acompañándolos, la mayoría eran policías en actividad y “unos pocos retirados” que se acercaron a expresar su apoyo.
Algunos automovilistas que pasan frente al lugar, por el andarivel habilitado de la avenida, el que va en dirección Banfield-Lomas de Zamora, tocan bocina en señal de adhesión a la protesta. Otros vecinos de la zona, en cambio, consideran que lo que sucede es “una barbaridad, una payasada”. No faltó el que al pasar deja su sentencia lapidaria: “Da lo mismo si están o no están, si no sirven parada nada. Si nosotros armamos este quilombo, vienen estos y nos cagan a palos”. La mayoría de los que se juntan en las esquinas para relojear lo que está sucediendo, manifiesta preocupación por un hecho que consideran “muy grave en medio de la situación que vivimos todos”.
En Lanús este, del otro lado de las vías del ferrocarril Roca, los comerciantes que tienen sus negocios sobre la peatonal 9 de Julio, ruegan que todo se soluciones pronto porque “los de la Policía local no pueden darle seguridad a nadie”. Cuentan que este miércoles por la tarde “dos parejas se pelearon a las trompadas y uno de los tipos sacó un cuchillo”. Finalmente, la intervención de personas que pasaban por el lugar hizo que la cosa “no pasara a mayores, porque los de la Local llegaron cuando ya había pasado todo”.
El jefe de Gabinete del municipio de Lanús, Diego Kravetz, luego de calificar de “justo” el reclamo de los agentes de la Policía Bonaerense, sostuvo ante los medios locales y a través de las redes sociales que la población “está cuidada” porque ante la emergencia “se dispusieron veinte móviles de Seguridad Ciudadana y diez del Comando de Patrullas para responder al 911, que es atendido por personal jerárquico policial y hay móviles de las comisarías al mando de los jefes de calle”.
En el informe anual sobre violencia institucional presentado a fines de agosto por la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), se señaló entre los datos más graves la sobrepoblación de detenidos en 270 comisarías bonaerense. El mayor porcentaje de crecimiento se dio en Lanús, durante los cuatro años de gestión del gobierno de Cambiemos.