"Sé todos los prejuicios que hay sobre mí. No me quiero hacer el distraído. Sé que a nuestros gobiernos se les exige más. Sino es incomprensible. No me estoy quejando, pero nosotros no prometemos cosas que no podemos cumplir. Yo no hice esas promesas, ni en la campaña ni en el Gobierno. Estas son reivindicaciones históricas de la Policía", señaló el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, hablando directamente hacia el personal policial al anunciar un salario inicial de 44 mil pesos más cinco mil para el uniforme. La Bonaerense mantuvo durante tres días un reclamo desmedido por los salarios y lo mantuvo a pesar de que el gobierno bonaerense les anticipó un aumento que se anunciaría el viernes.
"Hemos visto imágenes espantosas. No deben volver a repetirse. La sociedad necesita que terminemos con esto. Si es un reclamo salarial, estamos dando una respuesta contundente e histórica. Sino, en otro caso, vamos a entender que es una cosa política", apuntó con firmeza el gobernador que se mantuvo informado sobre las concentraciones de los policías en las inmediaciones de la casa de Gobierno provincial y su residencia e incluso de desplegaron algunas formaciones para su resguardo. "Estamos atravesando una pandemia. Tenemos que salir con solidaridad y esfuerzo, entre todos. Con grandeza política. Quiero agradecer el inmenso apoyo de prácticamente todo el arco político. Deploro todas las manifestaciones que trataron de sembrar un clima oscuro. No puede ser", agregó el gobernador detallando las distintas reacciones de los actores polítcos provinciales.
El lunes un grupo de policías bonaerenses tomó la decisión de manifestarse para reclamar mejora salariales. El retraso en los sueldos es histórico y se profundizó con los cuatro de años de gobierno de la macrista María Eugenia Vidal, a pesar de que no tuvo ningún reclamo activo de los integrantes de las fuerzas policiales. La presencia de personal de las fuerzas de seguridad con móviles policiales y armados en la manifestación, frente ala casa donde vive Kicillof y frente a la quinta presidencial de Olivos, es una cuestión que no pasó desapercibido para las autoridades del gobierno bonaerense. "Es un tema importante que no vamos a dejar pasar. Pero la que tiene que actuar es la justicia. El procurador de la Provincia de Buenos Aires, Julio Conte Grand, debería actuar, pero no sabemos dónde está", destacó a PáginaI12 un funcionario de la gobernación.
"Es una provincia rica, con un gobierno pobre. Esa insuficiencia impide hacer lo necesario para mejorar la vida de los y las bonaerenses. Esto se debe a que la provincia aporta el cuarenta por ciento de los recursos coparticipables, pero recibe el 22 por ciento", afirmó Kicillof al anunciar los incrementos salariales para la policía que finalmente aplacaron las aguas. "Vamos a empezar a equiparar los sueldos de la Bonaerense con la Federal. Ese sendero comienza hoy. Habrá una recomposición inmediata de 39.521 oficiales que pasarán a percibir un salario de 44 mil pesos, y se aplicará a la misma proporción a toda la jerarquía", anunció el gobernador y destacó que "así como la Policía Federal tiene un hospital, quiero anunciar que vamos a incorporar dos hospitales en exclusividad para la Policía Bonaerense. Van a tener dos hospitales específicos para la Policía".
"Los Policías deben comprar sus uniformes. Un par de borceguíes salen entre cinco y diez mil pesos. A ellos les dan 1100 pesos para su uniforme. Vamos a convertir esa cifra en cinco mil pesos, para la compra de uniformes. Asimismo, el valor de las horas extra, llamadas CORES, se triplicará a 120 pesos", agregó Kicillof sumando puntos y pesos a los salarios de los policías. "Nos comprometidos a construir una policía más equipada y más humana. Tomé la decisión política que viene a saldar una deuda con la Policía y que tiene como premisa la restitución de coparticipación para afrontar esos recursos", aseguró el dirigente peronista aludiendo a la reposición de la Coparticipación federal que se le había quitado a la provincia durante el gobierno de Vidal que acordó con el entonces presidente Mauricio Macri.
Los intendentes y gran parte del arco político bonaerense le acercaron su solidaridad y apoyo a Kicillof, menos los jefes comunales del Pro. “Un intendente de la provincia que no esté contento con que tenga más recursos, debería replantearse qué intereses está defendiendo. Si está más interesado en defender los intereses de los porteños, que vaya a militar a Capital Federal”, aseguró el intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk, apuntando a sus pares que se quejaron porque la solución del problema pasara por restituir parte de la coparticipación federal a la provincia de Buenos Aires. En las filas del gobierno bonaerense están convencidos de que "es un problema gremial resuelto. Lo que venga después es político".