En gremios y movimientos populares dicen que se mantendrán en estado de alerta y hablan de movilizarse en caso de nuevos episodios que apunten a desgastar la situación insitucional. Los referentes sindicales y sociales enlazan en una misma secuencia las advertencias de Eduardo Duhalde sobre un golpe de Estado, la convocatoria de Juntos por el Cambio a la protesta contra la reforma judicial en medio de la pandemia, la escandalosa sesión montada en el Congreso por el macrismo mientras un grupo de manifestantes intentaba ingresar al edificio por la fuerza y el fogoneo a las marchas anticuarentena con el sistema sanitario está al borde de su capacidad de contención. “Sabemos que por debajo de esto está el largo brazo de la derecha. Estamos atentos, estamos pulsando minuto a minuto el desenlace de la situación”, definió el referente de la CTA y diputado nacional Hugo Yasky, expresando una preocupación, compartida con muchos de sus pares, sobre los efectos de que los sectores populares hayan perdido la calle. El miércoles los movimientos estuvieron a punto de salir a manifestarse, aunque levantaron la convocatoria por pedido del presidente.
“Los trabajadores y el movimiento sindical sufrimos la dictadura, conocemos lo que es no tener un sistema demócratico y lo vamos a defender como sabemos, que con el pueblo en la calle. No queremos llegar a esa situación, pero tampoco vamos a permanecer de brazos cruzados si de pronto un sector piensa que se puede llevar por delante el gobierno que el pueblo ha elegido”, planteó Yasky sobre las protestas policiales .
Daniel Catalano, el titular de ATE Capital, habló en el mismo sentido .”Veo una situación de destitución, estoy muy preocupado porque la sensación que hay es que la derecha se viene apropiando de la calle en forma agresiva", consideró. Para Catalano, es “irresponsable en medio de una pandemia salir a la calle pero frente a la posibilidad de la pérdida de un proceso democrático no deberíamos tener dudas”.
El riesgo de desatar una ola de contagios que colapse a los hospitales es la gran barrera que permanece como freno. Algunas organizaciones, como Barrios de Pie, arrancaron el miércoles haciendo un abrazo a la gobernación bonaerense en apoyo a Axel Kicillof. Por la tarde fueron parte de un conjunto de movimientos que estuvo a punto de movilizarse para montar una vigilia en Olivos. “Estábamos preparados para salir masivamente. Con el pedido de l gobierno de que no saliéramos, finalmente lo limitamos a un grupo de dirigente. Pero nos parece que tiene que haber un proceso de movilización y que el gobierno se tiene que recostar en la herramienta de la sociedad movilizada. Hay situaciones de extorsión que no podemos permitir”, consideró Daniel Menéndez, coordinador de Barrios de Pie.
Otro que habló sobre el tema desde el ámbito gremial fue Roberto Baradel. "Intentan crear un clima de levantamiento ciudadano, una suerte de desgobierno. Es claramente un clima que intenta desestabilizar y restringir las posibilidades de accionar de un Gobierno que asumió hace apenas nueve meses, alque le dejaron un país en ruinas y que hoy está sufriendo las consecuencias de la pandemia", señaló el titular del Suteba. Baradel consideró “correcta y prudente" la decisión del Presidente de pedir que no haya marchas en apoyo al gobierno. "No hay que sumarse a ningún tipo de provocación, porque es lo que están buscando”, sostuvo, aunque agregó que “si hoy hubiera una movilización, sería masiva y multitudinaria".