El gobierno escocés pidió ayer formalmente en una carta al Reino Unido que permita a la región elegir su futuro ante el Brexit con la convocatoria de un segundo referéndum de independencia. 

La ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, se dirigió a la jefa del gobierno británico, Theresa May, para solicitar una orden que aseguraría que el Parlamento escocés puede legislar para convocar un referéndum. Al recibir la misiva, cuyo contenido divulgó el Ejecutivo de Escocia, el Reino Unido señaló que responderá a Sturgeon “a su debido tiempo”, a pesar de que  May ya indicó previamente su intención de declinar la petición, bajo el argumento de que éste no es el momento adecuado para ese tipo de consulta.

Si finalmente Londres no accede a los deseos de la dirigente nacionalista, como parece probable, Sturgeon anunció que informará al Parlamento de Escocia “en unas semanas” sobre cuál será la manera de proceder de su gobierno en esas circunstancias. 

En la carta, la líder del Partido Nacionalista Escocés lamenta que las voces de las autonomías hayan sido ignoradas de cara al Brexit o futura salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) y que todos los intentos por lograr un compromiso con Londres hayan sido rechazados, en algunos casos, sin previa consulta. Considera que no parece haber un motivo racional para que Londres bloquee el deseo del Parlamento escocés y confía en que no lo haga, al tiempo que recalca su firme posición de que el mandato del Parlamento escocés debe respetarse y progresar. “La pregunta no es si se llevará a cabo (el referéndum), sino cuándo”, agregó Sturgeon. 

La postura del gobierno británico no varió y, en esta línea, un portavoz oficial avanzó ayer que el Ejecutivo de May no entablará negociaciones sobre la propuesta del gobierno escocés. “En este momento, toda nuestra atención debería centrarse en nuestras negociaciones con la UE, asegurándonos de que obtenemos el acuerdo adecuado para todo el Reino Unido”, explicó la fuente oficial. Ese portavoz consideró, además, que sería injusto pedir a los escoceses que tomen “una decisión crucial” sin tener la necesaria información sobre la futura relación con Europa o sobre cómo quedaría una Escocia independiente. 

El Parlamento escocés aprobó el pasado martes una moción que emplaza al gobierno autonómico a comenzar una negociación con May, tan sólo un día antes de que la premier activara de manera oficial el artículo 50 del Tratado de Lisboa para poner en marcha el Brexit, tras el referéndum del pasado 23 de junio. En septiembre del 2014, Escocia ya celebró un primer referéndum sobre la independencia, convocado por el entonces ministro principal Alex Salmond, en el que el 55,3 por ciento de los participantes votaron por permanecer en el Reino Unido. 

Sturgeon dice que los escoceses deben tener derecho a escoger su propio futuro y ejercitar su derecho a la autodeterminación. “Cualquiera que sea el desenlace final de las próximas negociaciones con la UE para establecer los términos del divorcio con los 27 parece inevitable que sacará al Reino Unido, ya no sólo de la UE, sino también del mercado único”, aseguró. Ese escenario, para Sturgeon, no es el que votaron los escoceses en el pasado referéndum europeo del 23 de junio, sino que representa un desenlace que tendrá implicaciones significativas para su economía, sociedad y lugar en el mundo.