El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, apeló el último fallo de un juez de Hawaii con el objetivo de restaurar el segundo decreto presidencial destinado a prohibir temporalmente la entrada al país de refugiados y de ciudadanos de seis países de mayoría musulmana.
El vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, anunció ayer en su rueda de prensa diaria que el gobierno interpuso un recurso ante la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito, una instancia inmediatamente inferior al Tribunal Supremo y que tiene jurisdicción sobre las cortes del estado de Hawaii. La apelación del gobierno se produjo justo un día después de que el juez federal de Honolulú, en Hawaii, Derrick K. Watson, decidiera convertir la suspensión temporal que pesaba sobre el veto de Trump en una suspensión preliminar, lo que extiende significativamente en el tiempo el bloqueo. En concreto, la decisión del juez Watson prohíbe al veto entrar en vigor, mientras continúa el litigio en las cortes.
En su apelación, los abogados del gobierno de Trump aseguraron que el presidente tiene plena competencia para emitir, como hizo el pasado 6 de marzo, un decreto para prohibir durante 120 días el programa de recepción a refugiados y durante 90 la entrada de ciudadanos de Irán, Somalia, Sudán, Siria, Yemen y Libia. Trump emitió una primera orden similar el pasado 27 de enero, pero ante los bloqueos dictados por diferentes jueces, decidió proclamar un nuevo decreto, destinado a sustituir al anterior. El segundo decreto, a diferencia del anterior, deja fuera a los ciudadanos de Irak y modifica la provisión sobre los refugiados sirios, que tendrían prohibida su entrada al país durante 120 días y no de manera indefinida, como establecía el veto original. Además, éste decreto enfrenta desafíos legales en el estado de Hawai, pero también en el estado de Maryland, donde el gobierno ya interpuso otra apelación.
Los vetos migratorios de Trump generaron reacciones en sindicatos, grupos defensores de los derechos de los inmigrantes y activistas.