La Ciudad de Buenos Aires dejó trascender su malestar por la decisión de Alberto Fernández de quitarle un punto de los fondos que le transfiere el gobierno nacional, pero durante los cuatro años de Mauricio Macri los recursos que recibió pasaron de representar el 11 al 25,7 por ciento del total de sus ingresos. Un estudio elaborado por Sonia Filipetto y Ezequiel Romano, investigadores del Centro de Estudios Metropolitanos, aporta un análisis detallado sobre el tema a la vez que afirma que el aumento se explica no solo por una suba en la distribución de fondos "coparticipables" por decreto, sino también por las múltiples transferencias corrientes y de capital de la más diversa índole que recibió la Ciudad.
CABA es la segunda jurisdicción que más recauda impuestos locales después de la Provincia de Buenos Aires (PBA), aunque la primera al contabilizar la recaudación per cápita. Además de la recaudación de las provincias y la Ciudad, todas las jurisdicciones reciben transferencias de la Nación, que se pueden diferenciar según su nivel de discrecionalidad de menor a mayor en automáticas, que no dependen de decisiones del poder ejecutivo y se desprenden de la coparticipación federal de ingresos o leyes específicas; no automáticas, que dependen de decisiones del poder ejecutivo, pero se aprueban en el presupuesto según el diseño de programas que la nación ejecuta a través de las provincias y que se traducen en transferencias corrientes o de capital; y los aportes del tesoro nacional, cuya distribución no está regulada por ninguna ley ni programa nacional.
La favorita de Macri
Tal como informó Página 12, el extraordinario salto en los recursos de CABA se explica por el incremento del porcentaje de coparticipación que recibió el gobierno porteño por decreto en 2016 a partir del traspaso de la Policía Federal a la Ciudad, transitando del 1,4 al 3,75 por ciento. En 2018, al aumentar el fondo de impuestos coparticipables ese porcentaje se estableció en 3,5 por ciento. Pero además, entre 2016 y 2019, el gobierno nacional hizo uso de las transferencias no automáticas con las que la Ciudad se vio beneficiada, que no necesariamente fueron proporcionales a las funciones recibidas, además de arrojar un enorme contraste con la situación del resto de las provincias.
Las transferencias corrientes se incrementaron 663 por ciento, muy por encima del índice de inflación acumulada en 4 años. En su gran mayoría, fueron por programas nacionales que distribuyen recursos en todas las provincias, como campañas de vacunación, o leyes específicas, como el incentivo docente. El aumento es explicado, fundamentalmente, por el incremento del Fondo de Incentivo docente que multiplicó su valor 2,6 veces entre 2015 y 2016 y el traspaso de la Justicia a la Ciudad, que explican el 43 por ciento de las transferencias corrientes recibidas en el 2019.
En tanto, las transferencias de capital se incrementaron 719 por ciento en los últimos 4 años. El crecimiento se debió exclusivamente a la firma de convenios específicos para que la Nación financie obra pública en CABA. Hasta el 2015 la Ciudad recibía recursos para financiar obras en base a cinco programas nacionales, pero desde la asunción de Macri, firmó 33 convenios más, además de recibir por primera vez desde 2010 adelantos del Tesoro Nacional y asistencia financiera (483 millones de pesos entre 2017 y 2019).
Sumado a estas transferencias, la Ciudad ha recibido el equivalente a miles de millones de pesos a partir de la cesión de inmuebles que pertenecían al gobierno nacional, que se encuentran siendo investigadas por la actual administración de Alberto Fernández.
"A primera vista no se evidencian razones que expliquen el inédito aumento de transferencias por criterios objetivos tales como índices de inflación o el incremento generalizado de partidas a todas las jurisdicciones. También es fuertemente cuestionada la proporcionalidad entre los recursos recibidos y el costo de los servicios transferidos (policía, justicia, etc.). Todo esto permite considerar que la distribución de recursos entre ambos gobiernos en el periodo 2015-2019 se ha caracterizado por un alto nivel de discrecionalidad explicado por la confluencia en ambas administraciones de un mismo espacio político partidario", concluye el informe.