Un nuevo relevamiento del Observatorio de la Industria Argentina del Videojuego obtuvo respuestas de 71 estudios dedicados a desarrollos de ese tipo entre quienes forman parte de la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos Argentina (ADVA). La muestra tiene 16 empresas más que el año pasado, un incremento que no solo muestra un crecimiento de la industria, sino también un mayor interés por sumarse al estudio.
El relevamiento, a publicarse a fines de septiembre, será el tercero consecutivo y permitirá mantener una progresión sobre una industria que crece en Argentina y que llegó a valuarse en más de 134.000 millones de dólares en el mundo en 2018.
El observatorio está conformado por ADVA y la Universidad Nacional de Rafaela (UNRaf), la primera universidad pública con una Licenciatura especializada en el desarrollo de videojuegos y cuya Secretaría de Investigación y Transferencia Tecnológica es la responsable de redactar el informe.
El informe despliega otros datos sobre el estado de esta industria conformada por un abanico muy heterogéneo de emprendimientos e integrada por freelancers (508), trabajadores part-time (166) o a tiempo completo (1284).
Los rubros con mayor cantidad de trabajadores son programadores, artistas gráficos y administrativos; los puestos que más cuesta cubrir son los de desarrollo, arte y comercialización. Al ponderar la cantidad de empleados por los valores internacionales promedio de sus tareas, el informe estima el volumen de la industria de videojuegos nacional en cerca de 72 millones de dólares anuales.
Un dato relevante es que el 46 por ciento de las empresas se dedica también a una actividad secundaria. El 51 por ciento del total de la actividad es desarrollo y venta de juegos propios, el 30 por ciento venta de servicios de desarrollo a otras compañías y un 19 por ciento de otras actividades no relacionadas con videojuegos.
¿Qué tipos de videojuegos se desarrollan? Los videojuegos casuales/sociales ocupan casi la mitad del total (45 por ciento), seguido por los videojuegos educativos (34), los de aventuras o aventuras gráficas (20), estrategia y shooters (ambos con 18).
La mayor parte de las empresas se ubican en CABA, Buenos Aires, Mendoza, Córdoba y Santa Fe. El informe incluye una perspectiva de género: solo el 21 por ciento de los empleados de tiempo completo son mujeres. Ademas, solo el 6 por ciento de los socios de las empresas son mujeres.
El principal destino de los desarrollos son los Estados Unidos y Canadá (43 por ciento), seguido por Argentina (23), Europa (20). En un momento en el que se busca promocionar las empresas de conocimiento, con alto valor agregado y generadoras de divisas, la cuestión de cómo se inserta Argentina en esta cadena de valor no es menor.
Para Andrés Rossi, Presidente honorario de ADVA y director de la Licenciatura en Videojuegos y Entretenimiento Digital de UNRaf, "lo usual es desarrollar el proyecto entero, pero también hay empresas de animación o las que exportan programación. Pero es normal que se hagan los juegos completos o gran parte de ellos". Luego agrega con respecto al modelo de negocios que "a grandes rasgos, hay modelos donde te contratan para hacer un juego como un servicio de desarrollo, otro donde hacés el juego con una propiedad intelectual de un tercero y participas de las ganancias, o desarrollás el juego y la propiedad es tuya y se comparten las ganancias con la empresa publicadora que es especialista en la parte de mercado".
Apenas el 21 por ciento de los trabajadores de esta industria tiene o está cursando estudios universitarios, lo que indica que hay un camino por hacer en cuanto a la profesionalización de esta industria. En ese sentido, el aporte de la licenciatura de UNRaf permite una formación amplia sobre todo el proceso, como explica Rossi: "Se forman productores, personas capaces de movilizar los recursos necesarios para ejecutar el proyecto. En los cinco años que dura la carrera se desarrollan todas las partes del proceso, desde el diseño del juego, hasta la gráfica y programación, con una noción clara de cómo gestionar el proyecto y el objetivo de mercado del mismo. El perfil del estudiante y su afinidad con alguna de las áreas le permite profundizar en un área en especial, pero su formación está orientada a que pueda desarrollar un proyecto de videojuegos en su totalidad".
Para eso, la carrera cuenta con materias que van desde el Análisis de Métricas y Analíticas, hasta el Marketing Digital o la Ciberseguridad junto a materias como Animación 3D o Programación. "Realidad virtual, simulación, realidad aumentada, serious games, gamificación de procesos son áreas a las que se puede aplicar mucho de lo que se aprende en la carrera", concluye Rossi.