Boca, líder del Campeonato, recibe esta noche en La Bombonera a Defensa y Justicia por la fecha 18ª en busca de repetir su actuación de la semana pasada, cuando le ganó a San Martín, y sostener la ventaja de tres puntos que le lleva a San Lorenzo. Sin Fernando Gago, el volante colombiano Sebastián Pérez será el reemplazante del capitán. Tal como se preveía, el entrenador Guillermo Barros Schelotto optó por mantener como lateral izquierdo a Jonatan Silva, dado que Frank Fabra –habitual titular– recién regresó el jueves pasado después de faltar a siete entrenamientos por su convocatoria al seleccionado de Colombia. Oscar “Junior” Benítez, que estará ausente por segundo partido consecutivo por el traumatismo de tobillo izquierdo sufrido ante Talleres, cumplió en los últimos días con muchos de los movimientos comunes al grupo mayoritario y estará disponible para jugar contra Vélez.
El equipo xeneize no repetirá la formación que presentó en San Juan, debido al desgarro que el miércoles padeció Gago. Sin su capitán y lanzador, Boca intentará rearmar su circuito para generar juego a partir del colombiano Pérez, Pablo Pérez, Rodrigo Bentancur y Ricardo Centurión, el jugador más desequilibrante del plantel. En ofensiva, la idea es lastimar con la velocidad de Cristian Pavón y el aporte goleador de Darío Benedetto, siempre respaldado por el Mellizo a pesar de que esa decisión relega a Walter Bou, un delantero con mejor promedio de gol.
Sin dudas, las mayores obligaciones estarán del lado del local, que debe resolver los problemas que planteará el equipo dirigido por un técnico ofensivo como Sebastián Beccacece. Defensa y Justicia –que el fin de semana pasado no jugó ante Independiente porque el Rojo no podía contar con su arquero Martín Campaña, afectado al seleccionado de Uruguay– no será un rival sencillo, ya que cuenta con jugadores de mucha experiencia como Jonás Gutiérrez y el ex Boca Gonzalo Castellani.
Ambos equipos jugaron apenas cuatro veces, con tres victorias xeneizes (una por Copa Argentina en Córdoba) y un empate, con la curiosidad de que siempre –hecha la salvedad– lo hicieron en La Bombonera.