“La respuesta superó lo que esperábamos”, cuenta María Seoane –un poco asombrada, otro poco orgullosa- sobre los concursos que la revista Caras y Caretas lanzó para celebrar sus 15 años. Bajo la premisa “La vida en tiempos de la peste”, la publicación decana de la gráfica argentina propuso a autores de Latinoamérica relatar en crónicas o ilustraciones los días de la pandemia. Al cierre de la convocatoria, el concurso literario había recibido 270 escritos y el de ilustración, 110 aspirantes. La cifra, tan por encima de lo previsto, obliga a mayor tiempo de debate entre los jurados y, anticipa Seoane, el fallo no se conocerá el 2 de octubre como estaba previsto sino durante el transcurso del mes. El jurado –de lujo en ambas categorías- tendrá trabajo extra para fallar sobre esta convocatoria, la primera en esta cuarta etapa de la revista, ahora dentro del Grupo Octubre.
Seoane celebra los jurados del apartado literario, que incluye al director de la mítica revista cubana Casa de las Américas, a un ex ministro de Cultura de Ecuador durante el gobierno de Rafael Correa, a la directora de La Jornada de México, y otros a la altura. “Nos aseguramos nivel de calidad para la sentencia”, afirma.
Los trabajos recibidos se plantan en la crónica periodística clásica o en la non-fiction, o “nuevo periodismo”, cuenta. “En general se centran en narrar las condiciones con las que se desarrolla la vida en pandemia, las historias que cruzan la vida en la peste con la vida previa en cada lugar, o de cada protagonista, o incluso del propio autor”, releva Seoane. El tema, claro, lo impuso la propia realidad.
“En primer lugar porque la pandemia conmueve los cimientos de nuestra humanidad”, reflexiona la directora general de contenidos del Grupo Octubre y directora de la revista. “La pandemia refleja como nada no solamente la condición material de nuestros pueblos sino el debate de hacia dónde va el mundo y, particularmente, América Latina, que es uno de los territorios más desiguales del planeta”, observa. “Es una gran encrucijada de la humanidad, lastima la afectividad, los vínculos, lastima fundamentalmente la importancia del otro en la vida cotidiana, y además pone de relieve las profundas desigualdades materiales que en esta etapa del capitalismo en Latinoamerica se han hecho tan brutales”.
Para Seoane, la situación que atraviesa el mundo pone en debate el futuro “y qué tipos de sociedades queremos construir”. Y compara la búsqueda del concurso con la de Diógenes. “Creo que buscaba a un ciudadano, no a un idiota, como decían los griegos de quienes no les interesaba la polis, creo que este es un momento para insistir en debatir la condición humana porque la pandemia nos manda al mundo de la naturaleza, nos hace recordar que pertenecemos a ese mundo”. El desafío, opina, es la construcción de mejores sociedades, donde el otro sea importante y hasta decisivo para la construcción de la cultura”.
“El intento de estas crónicas es recordar que tenemos que luchar contra la barbarie, no solamente contra el virus, sino contra las construcciones sociales y políticas que nos atormentan a los latinoamericanos, concretamente hablo del neoliberalismo y los heraldos de la muerte, todo aquello que trae desigualdad y dolor en ese sistema”.
Daniel Flores, director de arte de la revista, está al frente del jurado que seleccionará las ilustraciones que, al momento de publicar los ganadoras, harán tándem con las crónicas recibidas. Flores celebra la inclusión de ilustraciones en el concurso. Por un lado, porque encaja perfectamente con la tradición centenaria de la revista, que siempre dio una gran importancia a los artistas de su época. Por otro porque entiende que la ilustración “muchas veces puede decir cosas que la fotografía no”. “Lo que muestra una ilustración es lo que a veces no puede mostrar una foto, yo fui editor de fotografía de Perfil y sé que muchas veces un dibujo muestra cosas que la foto no, eso es algo que los dibujantes de la primera época de la publicación hacían mucho y nosotros tratamos de rescatarlo”, plantea.
Flores está orgulloso del trabajo en Caras y Caretas. “Ya cuando estudiaba periodismo era un gran defensor de las ilustraciones, veía la revista y me encantaba, así que cuando me llamaron para su relanzamiento para mí fue increíble”, se explaya. “Por eso traté de rescatar lo mejor de aquella época, la tipografía, su logotipo, el dibujo de Mayol de la mujer”, explica. Eso, por supuesto, se combino con las nuevas estéticas y técnicas contemporáneas.
Mientras los jurados toman su decisión, Seoane imagina el mundo por venir. “Como decía Walter Benjamin, la historia de la cultura es la historia de la barbarie, así que estas crónicas tienen que servir para pasar cepillo a contrapelo y construir cultura a pesar de todo. Por supuesto no estamos solos y el jurado, de destacadísimos latinoamericanos, es parte del compromiso con estos valores”.