Me atrevo a tutearte, han pasado muchos años, aunque siempre te traté de usted y llamándote doctor. Pero se te extraña y la lejanía permite estas licencias.

Extraño tu ética y tu coraje. Algunos olvidan que la refundación democrática se hizo sobre la base de la memoria, la verdad y la justicia. Que sin el juicio a las Juntas Militares hubiera sido imposible una democracia para siempre. Que la derogación de la autoamnistía y la modificación del Código de Justicia militar, permitieron que los asesinos sean juzgados por los tribunales ordinarios y que con la creación de la Conadep, se colectaron las pruebas imprescindibles para llegar a las condenas.

Quien hubiera imaginado que en la Argentina, después de tanto golpes militares, bombardeos, secuestros, torturas y asesinatos, por primera vez sentara a los delincuentes  en el banquillo de los acusados y apenas dos años después de dejar el poder, dos ex presidentes dictatoriales ya estuvieran condenados a cadena perpetua.

No lo vas a creer Raúl, pero tenemos un gobierno negacionista. Algunos funcionarios pretenden discutir el número de los desaparecidos como técnica distractiva para minimizar la catástrofe. Y lo que es inadmisible, Macri ( al que calificaste como la derecha) usó los mismos argumentos que Massera, la guerra sucia, para proteger a los cómplices civiles.

Se olvidan que la Corte sentenció el Terrorismo de Estado y que el propio informe de la comisión, apenas nueve meses después de iniciado tu gobierno ya hablaba de Plan sistemático. Da pena ver a alguno de tus discípulos olvidarse del maestro y acompañar con la mirada nublada y la cabeza baja, las barbaridades de algunos ministros. 

Extrañamos tu ética y tu coraje, como cuando te paraste frente a Reagan y guardando el discurso en el bolsillo le dijiste “no” a la intervención en Centroamérica y planteaste que la deuda externa era una carga que condenaba a los procesos democráticos. Sabés que pasó ahora, algunos se olvidaron y acompañan a los fondos buitre.

Te extrañamos en la Rural, llamando cobardes y antidemocráticos a los que te silbaban, pero aplaudían a los dictadores y te extrañamos subido al púlpito de la Iglesia Stella Maris, reclamándole al cura que acusaba de corrupción a tu gobierno, exigiéndole una sola prueba. Ahora, muchos se suben al púlpito pero para denostar a los maestros y al resto de los trabajadores. 

Extrañamos tu mirada estratégica planteando el Mercosur, solucionando los conflictos limítrofes, apostando al camino de la paz viniendo de tiempos muy violentos y desarmando todas las hipótesis de conflicto, para que las fuerzas armadas vuelvan a subordinarse a la Constitución.

Ahora, algunos quieren volver a comprar armas como si tuviéramos alguna guerra en puerta, se olvidan de América Latina, avalan los golpes de Palacio como el de Brasil y piensan que arrodillándose frente a los poderosos llueven las inversiones y se ganan tapas de los diarios.

Vos nos enseñaste Raúl, que si la sociedad se corría a la derecha, había que prepararse para perder elecciones pero sin dejan las convicciones en la puerta de ningún ministerio.

Te extrañamos Raúl, nos haces falta, algunos han perdido el rumbo. Hoy escuchándote otra vez, recordaba las palabras que en el ‘83 nos emocionaban hasta las lágrimas… Y si alguien nos pregunta hacia dónde marchamos, le tenemos que decir que marchamos para construir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer la defensa común, promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino.

Gracias, Raúl.

* Presidente de Forja.