Un audio gordo, consistente, de bases claras y distorsión en las guitarras. Cierta añoranza por el hard rock de los '90, también, recorre las pistas de Psyco$t@lk3r. Para darle color y contexto, sonidos de dial up y notificaciones de Windows: así se consolida el espíritu conceptual del sexto trabajo de estudio de Lujuria, el trío que comanda Matt Houdini desde Hollywood, el barrio californiano donde vive, desde hace 3 años, la fantasía del rock total.

La pandemia sorprendió al cantante y guitarrista argentino en una suerte de vacación de este lado del Ecuador, donde aprovecha el stand-by que le imposta a la escena el crudo invierno gringo. Desde acá vivió entonces el lanzamiento de Psyco$t@lk3r, donde sólo hubo que ajustar las mezclas de lo grabado por el trío que completan los estadounidenses Tin Haguen y Paris Bierk (hijo de Sebastian Bach).

No es el debut de Lujuria en una misión conceptual: ya lo había hecho con Toxikiller en 2014. Pero sí es la primera vez en cantar todo el disco en inglés. Eso se explica por algunas de las amistades que el músico traba con auténticas figuras del negocio. Fue Jesse Hughes, líder de Eagles of Death Metal, quien lo convenció: "Me insistió bastante, me decía: 'Ya estás viviendo en Estados Unidos'. Tenía pensado meter algunos temas en español, pero le hice caso. Toxikiller está todo en castellano y éste es cien por ciento en inglés", concede Matt.

"Hoy Jesse es mi mejor amigo en Estados Unidos", dice. Pero la historia empezó unos años antes, cuando terminó hablando en la puerta de su casa de San Telmo con Omar Rodríguez López, que había venido a tocar a Buenos Aires. "Es mi guitarrista favorito, vivía en la misma cuadra del hotel donde paraba, así que me acerqué y pegué muy buena onda", recuerda Matt. "Al otro día me invitó a comer y conocí a su manager, César Rosas."

Intercambiaron mails y, al tiempo, a Rosas le llegó material, de donde extrajo el corte Ira para difundirlo en medios mexicanos. "No voy a decir que fue un boom, pero empezó a rotar y a tener fans. César me dijo que tenía que ir a México a tocar, pero en ese momento los pibes que estaban en la banda no se animaban a salir de gira", explica el músico.

Matt Houdini vive hace tres años en Los Angeles, pero la cuarentena lo agarró acá | Foto: Cecilia Salas 

 

Enfiestados Unidos de América

Al fin, Matt decidió ir solo y hacer una saga de shows acústicos, y un poco de prensa. "Tenía al manager de The Mars Volta jugando para nosotros porque sí, porque le gustó la música. Para una banda independiente y súper underground, es una cosa de locos." Aquel efecto lo llevó a aprovechar el envión y sacar pasaje a Los Angeles, donde vivió un par de semanas en la casa de un chef amigo. Le sacó lustre a Sunset Strip, donde visitó el Whisky a Go Go y The Viper Room siempre que pudo. Tiró discos, tocó puertas.

"Una noche veo que tocaba Jesse como Boots Electric en el Viper", rebobina el guitarrista y cantante. "Cuando terminó el show, me acerqué a dejarle un disco; pegué onda, y me invitó a los camarines. Terminé en una fiesta en su casa hasta las 3 de la tarde del otro día. Y nos hicimos muy amigos. Cuando vino acá, estuvimos de fiesta en el hotel y lo invité a grabar en Sextorsión, el disco de Lujuria que estábamos haciendo, donde también participa Nick Olivieri. Cuando voy a Los Angeles, paro en su casa un par de días, hasta que consigo dónde alquilar. Apadrina mucho al grupo."

Volviendo a Psyco$t@lk3r, el concepto es una maraña de obsesiones, tecnología y brujería. "Hace alusión a una pareja que rompe, y una de las personas recurre a lo que sea con tal de recuperarla: desde hackers hasta magia", desgrana Matt. 

La otra parte del mensaje es la que se escucha, de lo que se ocupó como productor: "Me gusta el audio moderno, que suene grande, me basé en bandas como Bring Me The Horizon. En cuanto a las canciones, traté de que hubiera un poco de todo: una rápida, una balada, algo medio volador… plasmar lo que Lujuria fue haciendo en estos 14 años. Más de lo mismo, pero mejor. Estoy muy orgulloso de poder sobrevivir haciendo lo que me gusta, que es rock".

La historia de Lujuria seguramente siga en Hollywood, y parece una simpática casualidad que ahora mismo se esté haciendo una película sobre el grupo, un documental a cargo del director Pablo Bucca. "Lo bueno de Estados Unidos es que allá el rock sigue vivo, es una especie de folclore; acá, en Sudamérica, pasa por ritmos más de joda. A mí me gusta la distorsión, la música más agresiva: el punk, el grunge, el hard rock tipo Guns N' Roses", se juega Matt.

"Los DJ se apoderaron del mundo masivo de la música no sólo por cambios de idiosincrasia o gustos, sino también porque la industria propone en base al negocio", amplía. "Es mucho más barato tener un DJ viajando con dos consolas, que un equipo de diez personas. Pero para el músico que está en desarrollo, es mucho más barato sostener el otro circo. La industria propone, y son pocos los que no se conforman con lo que hay en la góndola del supermercado."